El estado, que alberga a uno de los cinco principales puertos comerciales del país y el vital terminal petrolero de Coatzacoalcos, se ha convertido en centro de operaciones del temido cártel de los Zetas, al que se presume podrían pertenecer las personas asesinadas.
México DF. A medida que los principales focos de la violencia del narcotráfico en México, como Tijuana y Ciudad Juárez, han ido aplacándose, han surgido otros como Veracruz, donde este martes 35 cadáveres fueron tirados a plena luz del día en una activa zona turística.
El estado, que alberga a uno de los cinco principales puertos comerciales del país y el vital terminal petrolero de Coatzacoalcos, se ha convertido en centro de operaciones del temido cártel de los Zetas, al que se presume podrían pertenecer las personas asesinadas.
Analistas aseguran que hay una ofensiva contra los Zetas, visto como el cártel más violento, tanto por parte del gobierno como de otros cárteles, lo que ha convertido a Veracruz en un campo de batalla.
Junto a los cadáveres, algunos descuartizados y con signos de tortura, fue dejado un mensaje amenazando a los Zetas y firmado con las iniciales de Gente Nueva, un grupo de sicarios que supuestamente trabaja para Joaquín "el Chapo" Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, catalogado como la mayor organización criminal de América.
Al mismo tiempo el puerto de Veracruz, principal salida de productos hacia Europa y el sur de Estados Unidos, ahora parece estar jugando un rol clave para el narcotráfico.
"Veracruz es un puerto estratégico. Esto siempre ha sido así para el comercio, pero ahora también es una realidad para la salida de drogas", dijo Alberto Islas, experto de la consultora en seguridad Risk Evaluation.
Los asesinatos vinculados al crimen organizado en el estado treparon de 53 en 2010, a 249 en lo que va del 2011, según el perióodico mexicano Milenio.
Allí fueron asesinados varios periodistas este año; se han producido fugas masivas de reos de las cárceles y los Zetas han montado su principal centro de reclutamiento de sicarios del país, según activistas.
Apunten contra los Zetas. Este cártel, formado a finales de la década de 1990 con desertores de cuerpos de elite del Ejército, libra una abierta guerra contra el cártel del Golfo, que le dio origen, no sólo en Veracruz sino en otros estados como Nuevo León y Coahuila.
Los Zetas fueron acusados del incendio en agosto de un casino en Monterrey donde murieron 52 personas, la peor masacre de civiles desde que el presidente Felipe Calderón lanzó a fines del 2006 su campaña contra el narcotráfico.
A casi nueve meses de las elecciones presidenciales, las autoridades han asestado duros golpes al sanguinario cártel, como la captura de líderes acusados de masacres de inmigrantes o el desmantelamiento de una gran red de comunicaciones por parte de la Marina en Veracruz.
"Estoy convencido de que los Zetas se han convertido en el punto focal (del gobierno) en gran medida por su violencia extrema", dijo Eric L. Olson, experto del Centro Internacional Woodrow Wilson en Washington.
Pero además, los Zetas son vistos como la plaga a combatir también por el cártel de Sinaloa, que según especialistas es la la gran transnacional con dominio sobre rutas clave para introducir drogas a Estados Unidos, como Tijuana y Ciudad Juárez.
Edgardo Buscaglia, del Instituto Tecnológico Autónomo de México (Itam), dijo que la violencia tiende a bajar en estas últimas ciudades a medida que el cártel de Sinaloa se ha ido consolidando como el más fuerte y se propaga como una mancha a zonas antes en calma como Veracruz o Acapulco.
En el caso de los cuerpos tirados el martes en Veracruz, el experto dijo que en los últimos años han crecido grupos paramilitares que trabajan contratados por empresarios, autoridades o por el mismo cártel de Guzmán para combatir a grupos rivales, y esa es en medida la razón de la relativa calma en lugares como Tijuana.
Más de 42.000 personas han muerto desde que asumió Calderón en una espiral de violencia que ha ahuyentado a turistas y debilitado las inversiones.