John Carlson, director del Centro para la arqueoastronomía de la Nasa explica que el calendario maya ha sido malinterpretado ya que no se han encontrado tablas, ruinas o artefactos mayas que hablen de un final destructivo.
Si está leyendo este texto significa una cosa: El mundo no terminó este viernes. La supuesta profecía del calendario maya fue una "mala interpretación" desde el principio, según los científicos de la NASA, que durante meses han tratado de desmentir el rumor del fin del mundo.
La agencia espacial estadounidense (NASA), que en el último año ha recibido miles de preguntas sobre si la nueva era del calendario maya el 21 de diciembre de 2012 auguraba el fin del mundo, explica en un video difundido este sábado por qué seguimos donde estábamos ayer.
John Carlson, director del Centro para la arqueoastronomía explica que el calendario maya ha sido malinterpretado ya que no se han encontrado tablas, ruinas o artefactos mayas que hablen de un final destructivo y la conexión del calendario maya con el fin del mundo "fue un error desde el principio".
"El calendario maya no termina el 21 de diciembre de 2012 y no hubo profecías mayas que predijeran el fin del mundo en esa fecha", asegura Carlson, quien ha estudiado durante 35 años esta profecía de la que escuchó hablar en un encuentro científico en los años 70.
El científico explica que la teología maya cree que el mundo fue creado hace 5125 años, en una fecha que correspondería con el 11 de agosto de 3114 antes de Cristo.
Teniendo en cuenta que los mayas medían el tiempo en 13 bloques llamados "Baktun" compuesto cada uno por 144.000 días cada era concluye cada 5125 años, por lo que coincidiendo con el 21 de diciembre de 2012 empezaría un nuevo ciclo.
En definitiva, lo que han pasado han sido 13 baktunes, es decir, como había dicho la NASA por activa y por pasiva en su página web y en foros sociales nada más grave que cuando uno pasa la página del calendario que tiene colgado en la cocina cuando llega el 31 de diciembre.
La NASA puso a disposición del público un apartado en su página web titulado "Beyond 2012: Why the World Won't End" (Más allá de 2012: Por qué el mundo no terminará), en el que científicos desmitificaban los rumores de que un evento inusual acabaría con la Tierra.
"¿Dónde está la evidencia científica?" se preguntaban los expertos que alegaban que más allá de afirmaciones ficticias que han servido de base para realizar películas, libros, documentales y foros en internet "no hay ninguna".
"Nuestro planeta se las ha apañado bien durante más de 4.000 años y científicos fiables de todo el mundo no conocen amenaza alguna asociada con 2012", había afirmado la NASA, aunque los incrédulos no acababan de fiarse y recurrieron a las más altas instancias.
A principios de este mes, el Gobierno estadounidense tuvo que responder en su blog USA.gov para disuadir los rumores y frenar la ansiedad de los ciudadanos, especialmente niños, que incluso se habían planteado cometer suicidio ante el miedo por el día del Juicio Final.
"No habrá catástrofes, ni un meteorito acabará con la Tierra, ni un planeta escondido que no se había detectado hasta ahora", aseguró el Gobierno, que garantizó que eran "falsos rumores", alimentados en internet.
"Muchos de esos rumores indican que el calendario maya termina en 2012 (no pasará), un cometa que causa efectos catastróficos (definitivamente no), un planeta oculto acechando que choca con nosotros (no y no), y muchos otros", indica el Gobierno.
La agencia espacial también tuvo que lidiar en 2003 con aquellos que aseguraban que un "misterioso planeta" colisionaría y cuando llegó 2004, los rumores se trasladaron a 2012.
Así que a pesar de las profecías como que un misterioso planeta colisionaría con la Tierra, el propio calendario maya y otras ideas como que el eje del planeta comenzará a rotar de manera inversa y eso será el fin, el mundo continúa en su lugar, al menos de momento.