La policía federal sospecha que el mandatario brasileño lavó 2 millones de reales (YS$577.250) a través de compras de propiedades y reformas hechas por miembros de su familia, reportó el diario Folha de S.Paulo en su edición del viernes, sin citar fuentes.
Brasilia. El presidente brasileño, Michel Temer, negó el viernes haber cometido delitos después de que un diario reportó que la policía está investigando si lavó dinero de sobornos a través de transacciones de bienes raíces.
La policía federal sospecha que Temer lavó 2 millones de reales (YS$577.250) a través de compras de propiedades y reformas hechas por miembros de su familia, reportó el diario Folha de S.Paulo en su edición del viernes, sin citar fuentes.
La policía no respondió a pedidos de confirmación.
Las autoridades están investigando si Temer cobró los sobornos a cambio de ayuda para un decreto que regulaba los puertos de Brasil y, en particular, para extender concesiones en el puerto de Santos para beneficiar a compañías de socios cercanos.
El decreto que Temer firmó hace un año extendía los contratos para compañías que operan en el puerto de Santos de 25 a 35 años con la opción de renovar la concesión por hasta 70 años.
Temer ha insistido en que es inocente. En un comunicado televisado el viernes, el mandatario dijo que “ésta es una persecución penal disfrazada de una investigación” y agregó que se trataba de otro intento por removerlo del poder.
Temer ha enfrentado varias acusaciones de sobornos desde que asumió la presidencia en 2016, luego del juicio político de la expresidenta Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente.
Sus críticos dicen que Temer orquestó su caída, motivado por un deseo de sofocar una investigación de corrupción sin precedentes en Brasil, una acusación que él niega.
La policía arrestó el mes pasado a varios colaboradores de Temer, incluyendo a un excoronel de policía de quien se sospecha que aceptó dinero ilegal en nombre del presidente.
El Congreso federal votó dos veces el año pasado evitar que Temer se someta a juicio en la Corte Suprema por tres acusaciones de corrupción en su contra.
Una vez que Temer deje el cargo el 1 de enero de 2019, y sea desprovisto de las protecciones legislativas contra su procesamiento, podría tener que enfrentar esos cargos en tribunales inferiores.