La ahora exfuncionaria deja la cabeza en medio de indagaciones de la Procuraduría. Salidas en falso y polémicas fueron un tema recurrente durante su gestión. 

Hoy miércoles se confirmó la renuncia de la ahora exministra de Minas y Energía de Colombia, Irene Vélez, quien deja el Ministerio en medio de una indagación previa de la Procuraría por, presuntamente, influir ante Migración Colombia para que su hijo saliera del país de manera irregular.

Según la carta, renunció para evitar que las investigaciones afecten al gobierno.

"Hoy... decido retirarme del cargo de ministra para evitar que investigaciones en mi contra interfieran con la ejecución del programa de gobierno", dijo.

"Siempre estaré listo para responder a las autoridades cuando sea necesario", agregó Vélez.

Con la salida de Vélez se va uno de los alfiles del Gobierno que se mantuvieron desde el inicio de la Administración Petro, sobreviviendo incluso a un remezón ministerial (a finales de abril) que llevó a la salida de los jefes de las carteras de Hacienda, Agricultura, Interior, Salud, Ciencia, Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Transporte y el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE). 

LA GESTIÓN DE VÉLEZ

El tiempo de Vélez en el Ministerio estuvo marcado por la polémica. 

Uno de los temas recurrentes de la ministra (y fundamentales para la agenda del gobierno de Gustavo Petro) fue la transición energética y la forma como Colombia podría consolidarla. 

Sin embargo, durante varios meses, la ministra contestó con titubeos a si el Gobierno adjudicaría o no nuevos contratos de explotación de petróleo.

En enero de este año, la ahora exministra aseguró enfáticamente que el país no suscribiría más contratos de hidrocarburos durante una intervención en el Foro Económico Mundial, lo que desató una dura polémica en el sector. Parte de la argumentación de Vélez, en ese momento, era que la autosuficiencia del país en estos productos energéticos alcanzaría hasta 2042, según unas cifras manejadas por el Ministerio.

Sin embargo, una investigación adelantada por Caracol Radio puso un manto de duda sobre las cifras que el Ministerio de Minas y Energía dijo tener en cuenta para sustentar el anuncio hecho en Davos, Suiza.

De fondo, se cuestionó la idoneidad de los datos (pues es la Agencia Nacional de Hidrocarburos la entidad que certifica reservas en el país) y, así mismo, se expuso el descontento que había entre técnicos y funcionarios por ese informe.

En medio de la polémica, la entonces viceministra de Minas, Belizza Ruiz, señaló que no tenía nada que ver con el documento, pese a que tenía su firma, y que nunca fue consultada para la realización del mismo.

Además, Ruiz señaló que al interior del Ministerio había inconformismo por los datos que se presentaban en dicho informe, denunciando irregularidades técnicas, normativas y jurídicas. Esto derivaría en la renuncia de la segunda al mando en el Ministerio. En su momento, las declaraciones de Vélez desataron una tormenta de pronunciamientos de analistas y voces del sector, entre estos la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP). 

En su carta de renuncia, la exfuncionaria destacó que durante su gestión se inició el primer proceso competitivo de energía eólica costa afuera en Colombia, Latinoamérica y el Caribe, con una meta de 1 GW de capacidad instalada para 2030. Y que, por primera vez en Colombia, se asignó el 100% de la capacidad de transporte de energía con un proceso competitivo: 8,3 GW para 190 proyectos (77% de energía solar y 15% energía eólica).

Así mismo, Vélez resaltó que durante su gestión se logró que los pozos de exploración costa afuera no fueran clausurados y anunció que la perforación del pozo Gorgon-Glaucus iniciará en agosto de 2023.

Entre otras controversias, las palabras de Vélez chocaron varias veces con lo dicho desde el Ministerio de Hacienda, en ese tiempo en cabeza de José Antonio Ocampo, desde donde se hablaba de una transición energética y productiva, a la vez que se afirmaba que el Gobierno no había tomado una decisión definitiva sobre los contratos de exploración (y así continúa hasta hoy, por cierto).

Estos choques con el Ministerio de Hacienda se saldaron, al menos en el ojo público, con un comunicado conjunto de estas carteras (así como la de Comercio, Industria y Turismo) en donde se afirmó que se continuará “con la exploración y explotación de combustibles líquidos y gas, propiciando la autosuficiencia de la matriz energética”.

Así las cosas, este lunes se dio la caída de una de las funcionarias que mantenía un cierto velo de intocable entre el alto Gobierno: Irene Vélez, una ministra que también será recordada por sus llamados a “decrecer” la economía.

PANORAMA DE LOS HIDROCARBUROS

Según La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), las reservas probadas 1P de crudo fueron de 2.074 millones de barriles, lo que significa que hubo un aumento en 35 millones de barriles con respecto al año 2021, es decir, un crecimiento del 1,017%.

Sin embargo, al revisar la relación reservas probadas/producción, en materia petrolera el país bajó de un horizonte de autosuficiencia de 7,6 años a 7,5 años.

Mientras tanto, las reservas probadas de gas se situaron en 2,82 terapies cúbicos (Tpc), al cierre del año pasado. La producción de gas comercializado fue 0,39 terapies cúbicos, lo que nos lleva a una relación reservas probadas/producción de 7,2 años. Para 2021, la autosuficiencia en gas se había ubicado en ocho años.

Además, según indicó Vélez en su carta de renuncia, el sector hidrocarburos es actualmente el de mayor ejecución presupuestal en inversión del Gobierno, con 63,2%.

La autosuficiencia petrolera del país comienza a debilitarse y el Gobierno deberá elegir a la próxima cabeza que enrutará al sector.