El país retenía el aliento durante el conteo de votos de la elección presidencial de este domingo, en la que el mandatario chavista Nicolás Maduro se juega la continuidad de su gobierno.
La mayoría de los 15.000 centros de votación en Venezuela cerraron sus puertas para dar paso al conteo de votos en las elecciones presidenciales del domingo (28.07.2024), que según estimaciones alcanzaron una participación del 54,8 %, en un censo de casi 21,4 millones de electores.
La normativa electoral venezolana establece que los centros deben permanecer abiertos mientras haya electores esperando para sufragar, un escenario improbable en numerosos puntos de Caracas que, como pudo constatar la prensa, ya estaban sin colas luego de una alta concurrencia en la mañana.
Resultados centralizados
El Consejo Nacional Electoral (CNE) no ofrece datos de participación y prohíbe la difusión de proyecciones de resultados antes de que la institución emita su primer boletín oficial, que se espera para la noche de este domingo.
El proceso electoral es automatizado, con resultados centralizados por el CNE.
El presidente Nicolás Maduro aseguró que reconocerá y defenderá el resultado que divulgue el organismo electoral. "Reconozco y reconoceré al árbitro electoral, los boletines oficiales y haré que se respeten", dijo.
La mayoría de las encuestas favorecen al opositor Edmundo González, un diplomático de bajo perfil que se beneficia de la gran popularidad de María Corina Machado, tras años de una crisis que contrajo el Producto Interno Bruto un 80% y empujó al éxodo a más de siete millones de personas, según datos de la ONU.
"Estamos preparados para defender hasta el último voto", aseguró el candidato opositor más temprano.
La oposición se unió en una coalición contra Maduro tras marginarse de la elección de 2018 por considerarla fraudulenta. Denunció no obstante irregularidades a lo largo del proceso, y el arresto de unas 150 personas ligadas a la campaña, 37 de estas en los últimos dos días.
Maduro planteó esta elección como un encrucijada entre "paz o guerra" y advirtió que un triunfo de la oposición puede llevar a un "baño de sangre", lo cual le valió críticas de los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Chile, Gabriel Boric, entre otros.
Por su parte, el opositor González reiteró su llamado a la Fuerza Armada a "respetar la decisión de nuestro pueblo". Los militares son el principal sostén de Maduro, quien asegura que le son leales.