El Tesoro de EE.UU. debe aprobar el plan que permitiría a Pfizer Inc adquirir a Allergan Plc y cambiar su domicilio a Irlanda para no pagar los altos impuestos corporativos de norteamérica. 

Reuters. Los US$ 160 mil millones que pagará la farmacéutica Pfizer Inc -responsable, entre otros, del Viagra- para adquirir a Allergan Plc -conocida por desarrollar el botox- no sólo será el acuerdo comercial más cuantioso que se haya registrado en el área de la salud; también está entre los más controversiales.

Tras el anuncio de ambas compañías, que creará Pfizer Plc, surgireron las críticas de políticos estadounidenses de todos los sectores, que apuntan a la decisión de que la nueva compañía registre su domicilio en Irlanda, actual casa de Allergan, donde los impuestos corporativos son considerablemente menores (cerca de la mitad).

La candidata por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, dijo que propondrá acciones para que este tipo de inversiones no vuelvan a repetir. "No podemos seguir esperando para frenar las inversiones que dañan nuestra base impositiva", manifestó la ex secretaria de Estado en un comunicado.

En su mismo partido, el candidato presidencial y senador Bernie Sanders dijo que el acuerdo "permitirá que otra gran corporación estadounidense esconda sus ganancias en otro país".

Su contendor del Partido Republicano, Donald Trump, dijo que el acuerdo es "asqueroso" y que "nuestros políticos deberían estar avergonzados".

En la Casa Blanca, aunque no hubo declaraciones oficiales, sí existieron voces que apuntaban a que el Congreso debería tomar medidas para evitar transacciones de este tipo.

Las últimas normas impulsadas por la Tesorería de Estados Unidos buscan controlar las inversiones a gran escala, pero, según expertos, no impedirán la transacción entre Pfizer y Allergan.