Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU) consiguieron restaurar el movimiento de los dedos, la mano y la muñeca de un hombre parapléjico. El mecanismo restablece la comunicación entre el cerebro y los músculos.
El Espectador. Tareas tan sencillas como levantar un pocillo de café, abrir una puerta, mirar la hora que es en el reloj de mano, entre muchas otras cosas, requieren una impresionante coordinación muscular y acciones precisas. Sin embargo, nuestro único esfuerzo consciente es pensar en el café, en la puerta o en el reloj.
Por esta razón, resulta tan difícil conseguir que un miembro paralizado se vuelva a mover. Es cierto que muchos músculos afectados por la parálisis pueden funcionar, el problema radica en que su comunicación con el cerebro se ha perdido. Así que no reciben las instrucciones necesarias para activarse de nuevo.
Los investigadores han observado que como no se puede reparar el daño de la médula espinal, una solución para los pacientes que sufren de discapacidades físicas es restablecer la conexión de los músculos con el cerebro artificialmente.
Esta conexión se logra con estimulación de electrodos implantados alrededor o al interior de los nervios. La técnica se conoce como Estimulación Eléctrica Funcional (EEF) y fue publicada esta semana en la revista Nature.
La tecnología la recibió por primera vez a Ian Burkhart, de 24 años, quien hace seis años quedó tetrapléjico tras un accidente de buceo. Gracias a ese nuevo dispositivo ahora es capaz de pasar una tarjeta de crédito, tocar guitarra o jugar un videojuego.
Estos movimientos funcionales complejos son impulsados por sus propios pensamientos y un sistema médico llamado NeuroLife, inventado en la empresa de innovación Battelle, que se asoció con neurólogos del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU.) para llevar a cabo el estudio clínico
Para lograr precisión en los músculos que necesitan activación se utilizan modelos informáticos del sistema muscoesquelético. Estos modelos son útiles, pues se basan en descripciones matemáticas que indican cómo actúan e interactúan los músculos, huesos y articulaciones durante cada movimiento.
Hasta el momento, los investigadores utilizan modelos por computador para decidir dónde situar los electrodos. Lo que viene por parte de los expertos son simulaciones con diferentes conjuntos de electrodos que le permiten al computador identificar los movimientos más eficaces.
Esta nueva tecnología es un paso en el campo de las neuroprótesis. Aunque todavía está en construcción, la idea es los implantes cerebrales duren décadas y en el futuro sean la ventana para que personas con discapacidad se comuniquen con computadores, celulares e, incluso, otros cerebros. "Estamos demostrando por primera vez que un paciente tetrapléjico es capaz de mejorar su función motora y los movimientos de la mano", explica Ali Rezai, neurocirujano del Centro Médico Wexner.