Quienes se ven involucrados en esta práctica, y dependiendo la complejidad del requerimiento por parte de sus compañeros, podrían quedar agotados para realizar tareas posteriores.
Un estudio de Klodiana Lanaj, profesora asistente de management en la Universidad de Florida - Warrington College of Business, realizado a 68 empleados durante 15 días consecutivos, evidenció que prestar ayuda a la solicitudes de tus compañeros podría ser un arma de doble filo.
Según explicó la académica en una publicación de la revista Harvard Business Review, dar respuesta a las necesidades de tus colegas podría ser considerado como algo energizante y reconfortante, más aún cuando esa ayuda es beneficiosa para tu entorno de trabajo. Sin embargo, también podría ser algo desgastador para quien brinda la ayuda, ya que dependiendo de la complejidad de la solicitud, los podría dejar agotados para realizar sus tareas posteriores.
Algunas de las preguntas realizadas por la investigadora se enfocaron en cuántas veces daban respuesta a las solicitudes de sus compañeros y si fue beneficioso para quienes recibieron la ayuda. Además, midieron los niveles de energía de los trabajadores durante el día.
Dentro de sus conclusiones se encontró que responder a numerosas peticiones fue demasiado agotador para los empleados. Esto se vio manifestado en agotamiento, problemas para concentrarse y manejar las emociones, entre otros. Signos que pueden persistir al día siguiente, pese a haber descansado la noche anterior.
Más interesante fue que esta condición también afectó a quienes valoran ayudar a los demás de forma regular, lo que se traduce en un mayor costo para ellos.
Resultado similares tuvo Klodiana en otro estudio publicado en The Academy of Management Journal, en el cual analizó el comportamiento de 82 empleados de variadas organizaciones durante 10 días consecutivos.
Bajo este escenario, y si eres el tipo de persona que presta ayuda siempre o usualmente, debes poner atención a lo siguiente.
1. Pese a lo positivo que puede resultar brindar ayuda, esta práctica también genera efectos negativos que duran horas o días.
2. En los días en que los trabajadores se sienten agotados para ayudar, pueden recurrir a soluciones a corto plazo para restaurar su energía. Tomar descansos, dormir o consumir cafeína podrían ser algunas de las soluciones a corto plazo utilizadas por quienes ayudan constantemente.
3. Si bien podría considerarse negativo no prestar ayuda, si estás cansado ofrece estar disponible en un futuro o en un momento más oportuno.
Ahora si eres el tipo de persona que siempre pide ayuda, deberías considerar lo siguiente:
1. Evita pedir ayuda a la misma persona múltiples veces al día.
2. Trata de consultar otras fuente tales como manuales o sitios web antes de solicitar ayuda de tus compañeros.
3. Expresa gratitud e informa a quien te ayudó sobre cómo su respuesta o solución benefició tu trabajo diario.
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