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¿Por qué construir una cultura de innovación es un desafío en Chile?
Martes, Julio 24, 2018 - 10:31

El mercado y la competencia está provocando que las compañías tengan que estar constantemente innovando para poder adaptarse.

Son muchos los sectores económicos que están cambiando aceleradamente y las empresas ahora ya no solo tienen el desafío con sus pares, sino que también de las demandas actuales del mercado, la cual se encamina hacia una economía digital.

Para Alexander Theis, cofundador de Tink, “la innovación abierta y el aprendizaje mutuo y colaborativo entre grandes instituciones y entidades tecnológicas de menor tamaño es imprescindible para seguir creciendo y avanzando hacia una economía digital”. El experto planteó que si no hay progreso en las instituciones, no habrá crecimiento y se incurre el riesgo de perder contra la competencia.

Según el Índice Mundial de Innovación, Chile se encuentra en el número 47, donde el elemento que más tiene que mejorar es exclusivamente la cultura de innovación. Un claro ejemplo es lo que ocurre con algunos modelos de negocios como es Uber, Airbnb, Facebook, Google, entre otros.

Thei dice que “ellos han cambiado tanto sus respectivas industrias con modelos disruptivos que han evidenciado las consecuencias que se pueden pagar si no hay adaptación a las nuevas realidades de las economías del conocimiento”.

En el caso de Chile, en la mayor parte de las empresas están conscientes de que deben adaptarse, aunque depende del sector económico y, finalmente, de cada empresa.

En relación al mundo corporativo, Patricio Jarpa, gerente general de Nanotec Chile, dice que no todas las empresas tiene las mismas estrategias o pueden visualizar las señales para generar los cambios necesarios dentro del modelo. Es por eso que es necesario, sobre todo en Chile, que es dependiente de commodities, desarrollar nuevas tecnologías, nuevas genialidades, nuevas generaciones.

De acuerdo con Jarpa, "las pymes son las más competitivas y las que actualmente generan más empleo y crecimiento en el país, donde la fórmula para poder desarrollarse y estar en constante evolución, sería sencilla y directa: destinar 10% de sus utilidades a innovaciones duras". Esto, explica, en dos años reportaría un crecimiento significativo como país. "Pero la fórmula no termina ahí, ese 10%, que es bastante, debe tener una recompensa para la pyme, reflejada en beneficios de impuestos u otros mecanismos a copiar. Aquí es clave el Estado”, explica.

 

Autores

AméricaEconomía.com