Entre los principales beneficios que entrega esta metodología está el hecho que la persona conozca mejor sus fortalezas y debilidades.
Si usted es un profesional con la ambición de ocupar un cargo gerencial dentro de su organización- para lo cual requiere desarrollar ciertas habilidades o competencias blandas- o, por el contrario, es un emprendedor que desea aumentar el potencial propio y del personal que lidera entonces debiera considerar al coaching ejecutivo como una herramienta de gran ayuda para lograr el éxito en lo anterior.
Así lo afirma Andrea Larach, psicóloga laboral y Directora Ejecutiva de Human Search, quien sostiene que dicho servicio no sólo es de utilidad para los profesionales y ejecutivos de departamentos o áreas específicas de una compañía sino que, también, para quienes son directivos, emprendedores, empresarios e incluso para los que tienen cargos autónomos.
“El objetivo principal del coaching ejecutivo es lograr el máximo desarrollo profesional y personal de quien es entrenado, de manera que pueda obtener una profunda transformación y cambio. La idea es que pueda gestionar, administrar o dirigir su compañía o el área de negocio bajo su responsabilidad, de una manera más responsable, ética, solidaria y, por lo tanto, más rentable, productiva y competitiva”, sostiene la experta.
Lo anterior implica entrenar a una persona de una forma vivencial y exploratoria, en donde ella ponga en práctica una serie de enseñanzas y técnicas que le permitirán potenciar ciertos aspectos de su vida profesional. Para ello, se le entregan tareas semanales y se consideran áreas como la relación del directivo con la empresa, la del ejecutivo con los empleados y la del gerente consigo mismo.
Entre los principales beneficios que entrega esta metodología está el hecho que la persona conozca mejor sus fortalezas y debilidades; potencie sus talentos para lograr excelencia en su trabajo; pueda alinear sus valores personales con los empresariales; se apasione con su trabajo; desarrolle su liderazgo; inspire al personal a su cargo para seguir su visión; aprenda las destrezas de un coach y las use para sacar a la luz lo mejor de su gente; desarrolle una visión estratégica que le permita aprovechar oportunidades de mercado y tomar ventaja de ellas; y logre balancear su vida personal y profesional.
“La persona que invierte este tipo de coaching, está preocupándose de su desarrollo profesional y proyección en el mundo laboral. La empresa que invierte en esta clase de entrenamiento está interesada en tener a los ejecutivos más aptos para cumplir con sus metas organizacionales”, agrega Andrea Larach.
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