El estudio encontró que en el cerebro de los bilingües las dos lenguas están activas todo el tiempo
De acuerdo con la doctora Judith F. Kroll, profesora en psicología, lingüística y estudios de la mujer en el estado de Pennsylvania, estudios recientes revelaron que el ser bilingüe cambia las redes cerebrales que permiten el conocimiento, mejoran la competencia del lenguaje y facilitan los nuevos aprendizajes.
Las personas bilingües no son iguales a las monolingües, los cambios que registran varían en función de cómo el individuo aprendió el idioma, cuales son los dos idiomas que sabe y el contexto en cómo son utilizados.
Los investigadores dicen que estudios recientes revelaron que el procesamiento del lenguaje, de las palabras al lenguaje, se puede ver la presencia de interacción entre los diferentes idiomas y la competencia (la competencia lingüística es el conjunto de conocimientos que permiten al hablante de una lengua el comprender y producir una cantidad, potencialmente infinita, de oraciones gramaticalmente correctas, con una cantidad finita de elementos).
Además, a veces se ven estas interacciones entre idiomas se notan en el comportamiento, pero en otras ocasiones esta información sólo es visible en el cerebro.
El estudio encontró que en el cerebro de los bilingües las dos lenguas están activas todo el tiempo; lo cual significa que las personas no pueden desactivar cualquiera de los dos idiomas y las lenguas compiten una con otra. En consecuencia, los bilingües hacen malabares entre las dos lenguas al reacomodar la red del cerebro que soporta a cada uno.
Por último, Kroll señala que las consecuencias de ser bilingüe no se limitan solamente al lenguaje, sino que son el reflejo de la reorganización de las redes cerebrales, las cuales tienen implicaciones en las formas en que los bilingües generalmente administran su competencia cognitiva.