La actividad física es un factor muy importante para el desarrollo físico y mental. Pero muchas veces es difícil conseguir que se muevan lo necesario.
El Observador | Correr, jugar, saltar, estar en movimiento constante es parte de la naturaleza del niño. Todo ello contribuye al desgaste de energía necesaria para mantener una buena salud y un adecuado peso corporal. Vivimos en un mundo donde las cifras de sobrepeso y obesidad infantil son alarmantes y crecen en el tiempo. No solo la inadecuada alimentación es responsable de ello. De igual forma lo es el sedentarismo, probablemente debido a la naturaleza de las actividades recreativas que hoy los niños llevan a cabo, donde las pantallas son las protagonistas, y donde todo está al alcance de la mano.
El ejercicio físico y la práctica de deporte instala en el niño valores fundamentales como el trabajo en equipo y la disciplina, los buenos hábitos de vida, refuerza la autoestima y promueve la salud, al reducir con ello las probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas.
Los niños deben ser estimulados a desarrollar al menos una o dos disciplinas deportivas, y las personas que los rodean deben predicar con el ejemplo. Los chicos aprenden de lo que ven, e incorporan los hábitos de los adultos. Por ello, resulta lógico que si queremos que nuestros hijos se muevan debemos movernos también. De hecho, se pueden aprovechar estas oportunidades para reforzar el vínculo de padres e hijos, compartiendo el momento del club o saliendo a andar en bicicleta o a jugar al fútbol con ellos.
El ejercicio fortalece su sistema muscular y óseo, aumenta el metabolismo basal, ayuda a controlar la grasa corporal, previene el desarrollo de sobrepeso y obesidad, y contribuye al mantenimiento de los niveles normales de presión arterial y colesterol sanguíneo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la recomendación de actividad física en niños es de una hora diaria. Además, se incentiva a no pasar más de dos horas frente a pantallas o sin realizar ningún tipo de actividad.
Uno de los ejercicios más recomendados para los pequeños es la natación, pues es un deporte que favorece la activación de casi todos los músculos del cuerpo, además de la coordinación motriz y el fortalecimiento de los sistemas circulatorio y respiratorio.
En todo caso, lo mejor será hablar con los más pequeños y conversar acerca de sus intereses y preferencias para encontrar el deporte que más se adecúe a sus gustos y necesidades. Por suerte las opciones son muchísimas.
*Lucía Alba es licenciada en Nutrición