Dado el escenario de fuerte competitividad de los mercados, los altos ejecutivos que están partiendo en un nuevo cargo están más presionados a mostrar resultados antes de dos meses en sus nuevas responsabilidades.
Los expertos en procesos de selección y gestión de capital humano coinciden en que un ejecutivo comienza a generar resultados al quinto o sexto mes de reclutado, toda vez que se ha adaptado a la cultura de la empresa y al equipo de trabajo; sin embargo las expectativas sobre los resultados de los cargos de mayor liderazgo son casi inmediatas.
María Soledad Mosquera, gerente de negocios de Insigni Leadership Consulting, explica que “las expectativas de los altos ejecutivos recién contratados es muy alta, ya que la inversión es mayor y se desea un retorno prácticamente inmediato. Esto genera un estrés mayor en la persona recién contratada lo cual es contraproducente”.
Frente a esta exigencia es clave la adaptación cultural y la validación de la persona en su nuevo cargo en el menor tiempo posible. Una forma de apoyar este proceso en todo sentido: personal y de adaptación laboral es insertar al gerente a través de un programa de onboarding que es liderado por un coach certificado que se relaciona como intermediario entre la empresa y el ejecutivo.
“A los altos ejecutivos se les pide que administren su tiempo de manera impecable para mantener en movimiento los engranes de la compañía, sin embargo esto es prácticamente imposible para un gerente que está partiendo, porque el anclaje con la cultura de la nueva empresa requiere tiempo y no hay que minimizarlo; pero cuando se hace un seguimiento continuo al candidato elegido y se lo acompaña en su proceso de integración y de reconocimiento de su nuevo equipo, hemos visto que su liderazgo fluye más rápida y consistentemente”, comenta la gerente de Insigni Leadership Consulting.
Además los especialistas señalan que la manera de formalizar una incorporación a la empresa puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso del líder contratado, el onboarding se alza como una fórmula adecuada que va más allá del tradicional proceso de inducción, ya que favorece la integración en la empresa a la que arriba el nuevo gerente.
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