Características típicamente femeninas pueden ser importantes ventajas competitivas. Según el profesor de la FGV, Claudio Tomanini, saber escuchar, la empatía y visión periférica, serían claves a la hora de vender.
La búsqueda de igualdades salariales continúa, pero lo cierto es que en muchas situaciones las mujeres son más eficaces que los hombres. Quien afirma esto es el profesor de MBA de la Fundación Getulio Vargas (FGV) y especialista en Ventas y Marketing, Claudio Tomanini. Para él, esto pasa debido a las características intrínsecas de la mujer, incluso aquellas de la herencia prehistórica, que vuelve a los hombres y mujeres tan diferentes.
“En mis trabajos de consultoría y conferencias, provoco a los hombres para que aprendan más de sus colegas y desarrollen características esencialmente femeninas, que utilizadas en el trabajo son armas extremadamente eficaces”, dice Tomanini.
1. Visión periférica
Al estar biológicamente programadas para proteger la descendencia, la mujer desarrolló la visión periférica, mientras que el hombre, que tenía el deber de ir en busca de alimentos, desarrolló una visión que está enfocada en un solo punto.
"Rodeadas de gente o en eventos sociales, las mujeres son capaces de identificar las oportunidades a su alrededor, dosificando conversaciones y optimizando el tiempo de contacto con cada persona. Por ello, ellas son excelentes haciendo networking ", explica Tomanini.
2. Más delicadeza y atención:
El instinto femenino de cuidar, siempre con delicadeza y atención a los detalles (en el caso de los bebés, por ejemplo), les hace extremadamente flexibles a la hora de lidiar con diferentes perfiles de clientes. Los vendedores agresivos suelen tener una cuota de clientes leales, pero la atención que las mujeres dedican a las reglas es inmejorable y transforma su trabajo en una actividad muy profesional.
3. Emoción:
Las mujeres son más emotivas, al contrario de los hombres, que poseen el lado pragmático más desarrollado. “Y es esa emoción que mueve los logros femeninos. Ellas saben cómo disfrutar de sus realizaciones, les gusta asumir sus victorias y se deleitan con ganas de más, justamente porque saben aprovechar el placer de la conquista”, dice Tomanini.
4. Empatía
Condicionadas para entender las necesidades de la familia, incluso antes de que los hijos puedan verbalizarlas, las mujeres tienen el poder de entender el lenguaje corporal de las personas. Esta característica permite que durante una venta, la mujer pueda alinearse de manera rápida y objetiva con el cliente, acertando a las necesidades reales.
"Vender por las características del producto nunca ha sido suficiente. Es necesario vender por las necesidades de los consumidores, entender y saber lo que el producto puede ofrecer para ayudarle a alcanzar sus objetivos ", explica Claudio Tomanini.
5. Saber escuchar
Las mujeres saben escuchar. Hablan mucho, pero también escuchan más. “Oír es una condición básica en las ventas. ¿Cómo va a acertar en lo que quiere el cliente si no sabe lo que quiere? Sólo por eso las mujeres han salido adelante”, completa Tomanini.
La buena noticia es que estudios recientes muestran que los hombres y las mujeres pueden tener comportamientos más femeninos o más masculinos. Así que, al final, nadie tiene excusas. ¿Vamos al trabajo?