Existen tres razones para evitar su utilización.
Recientemente, un artículo de The Conversation argumentó que las universidades deberían prohibir el uso de PowerPoint, porque convierte a los estudiantes en estúpidos y a los maestros en aburridos. Según el autor, la confianza en las diapositivas contribuyen a la creencia absurda de que esperar que los estudiantes asistan a clases, lean libros, tomen notas y hagan el trabajo es irracional.
Mientras otro artículo señala que los estudiantes prefieren diapositivas en lugar de transparencias, el uso de Power Point no aumenta el aprendizaje o la mejora de las calificaciones de los estudiantes. Lo mismo ocurre con las transparencias, que no es efectivo para medir la eficiencia de los métodos.
Para el autor, las tres principales razones que hacen del PowerPoint muy tóxico son:
1. Desalientan el pensamiento complejo. "Animan a los profesores a presentar temas complejos utilizando temas, lemas, figuras abstractas y tablas sencillas con evidencia mínima".
2. Los estudiantes piensan en el curso como un conjunto de diapositivas. "Los buenos maestros que tienen la complejidad realista y ambigüedad, son criticados por ser poco claros.
3. Desalientan las expectativas razonables. Los estudiantes esperan que las diapositivas contengan todos los detalles necesarios para sus proyectos y exámenes. "¿Por qué alguien pierde el tiempo leyendo un libro o va a clase cuando se puede obtener un 10 sólo mirando diapositivas en casa en pijama?"
¿Por qué los slides son tan populares?
"Las universidades miden la satisfacción de los alumnos, pero no su aprendizaje", escribe Paul Ralph. Todo eso porque si las instituciones evaluaran la eficiencia educacional, en vez de enfocarse en la evaluación de las preferencias de los estudiantes, el resultado no sería nada bueno. Investigadores norteamericanos descubrieron que un tercio de los estudiantes de EE.UU. no tenían mejoras significativas en el aprendizaje durante la graduación. La encuesta fue aplicada al comienzo, en la mitad y al final de los cursos a través del método Collegiate Learning Assessment, que examina las habilidades que deberían mejorar en cualquier nivel: raciocinio analítico, resolución de problemas y escritura.
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