Parece una locura, pero un buen porcentaje de profesionales con más de 15 años de experiencia está arriesgándose en medio de la crisis económica. Son tolerantes, con espíritu emprendedor y tienen el sueño de ser dueños de una empresa.
"Trabajé en grandes corporaciones multinacionales como Diageo, Nabisco, Kraft Foods, Directv, Assurant y hace tres meses en GlobalLogic. Luego de haber ocupado posiciones gerenciales locales y regionales, acepté el desafío de ser el Finance Director en una empresa más pequeña, en términos de Revenues -aunque también es norteamericana”, relata José Germán Trincavelli, graduado de MBA de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y quien aclara que si bien no ha existido una menor compensación, ha tenido que enfrentar un cambio de cultura, porque hay bastante que desarrollar en donde se encuentra actualmente.
Trincavelli, entonces, representa el espíritu de estos ejecutivos: atrevidos, arriesgados y dados al emprendimiento. Ellos suelen ser más jóvenes, sin embargo, algunos más maduros están optando por quitarse la corbata y despeinarse un poco. No porque quieran emprender solos, sino porque las pequeñas y medianas empresas, conocidas como pymes, los están tentando.
Aunque son en su mayoría profesionales que bordean los 40 años -también los hay mayores de 50 años o que jubilaron- y que estando en cargos gerenciales optan por ingresar a negocios incipientes percibiendo un sueldo más bajo, pero accediendo a participación de la compañía. Consiste en una fórmula que por estos días está en auge. “Es un tendencia reciente, cada vez más común en empresas Pymes. Al menos, un 15% de la demanda está bajo esta modalidad”, explica Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de IT Hunter.
Sobre todo, porque varias de estas empresas son las que mueven la economía: en Argentina existen 680 mil pymes, representando el 99% de las empresas del entramado productivo, generando 70% del empleo nacional y contribuyendo al 40% del PIB. En Chile, en tanto, hay 750 mil empresas de este tipo.
Para Carlos Kaplun, del Programa Empresas Familiares de Educación Ejecutiva de la UTDT, se trata de un movimiento que se ha visto desde hace muchos, pero estaba encubierto, porque parecía indicar que los profesionales con capacitación empresaria trabajaban mayormente en empresas de capital.
“En un momento hubo un punto de quiebre. Aunque surgen junto a la Revolución Industrial de a fines del siglo XVIII, es desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días que las empresas de familia son las responsables de prácticamente todos los 'milagros económicos'. En especial, hay que destacar su papel en el surgimiento y desarrollo del Japón y de los 'tigres del Pacífico', en donde las empresas de familia generan casi el 90% del Producto Bruto”, dice Kaplun.
La conjunción funciona, pues ambos ganan. Quienes llevan la empresa logran que la gestión se profesionalice, tomando en cuenta que están imposibilitados de pagar altos sueldos, y porque generalmente se trata de compañías familiares. Quienes migran acceden a cargos de mayor relevancia. Por ejemplo, pasan de una gerencia de operaciones a una general, además de cumplir el sueño de ser, en parte, también dueños de este emprendimiento.
“Se trata de profesionales que tienen 15 años de experiencia, descartan continuar con su carrera profesional, porque llegan al tope sin poder ascender o no pueden ganar más dinero. Entonces, tener participación en empresas, aunque sean más pequeñas, es una alternativa para crecer mucho más y ser socio”, opina Karina Pérez, directora de operaciones en Chile de Robert Half.
A su vez, como el ser uno de los accionistas de la propiedad, es uno de los alicientes de estos ejecutivos, no dudan en ceder ante los ofrecimientos de participación de los empresarios, que según Toselli, “puede oscilar entre un 3% y 5%, pero podría llegar hasta un 10% en algunos casos”.
Ocurre también que se conversa bastante sobre la renta a recibir, no es una decisión que se tome a la ligera, porque se puede acordar un paquete variable que compense al sueldo fijo más bajo que el anterior o el aumentar el salario tras dos o tres años, recibiendo un paquete mayor. Pérez afirma que el primer año los ejcurivos se castigan percibiendo menos dinero, pero al tiempo se iguala o supera la renta que se recibía antes de migrar.
Ejecutivos con triple mirada
Los miedos de los ejecutivos que a veces hacen que rechacen ofertas de Pymes, en algunos casos se vuelven realidad. Sucede que los profesionales se topan con que tienen menos recursos para realizar labores, deben ser más versátiles y poseer una amplia visión del negocio y el dueño no entrega las atribuciones a las que se comprometió.
Esto último, explica Cristián Duarte, gerente general de Transearch Chile, se produce porque el dueño de la empresa no dimensiona las dificultades de un proceso de esta naturaleza, la participación y opinión de otros miembros de la familia, la oposición y hasta sabotaje de antiguos empleados de confianza que no desean perder su “llegada” con el dueño y harán todo lo posible para que el Gerente nuevo fracase”.
Así, la exigencia para el ejecutivo es mayor, pues además de ser capaz de estar ocupado en varias labores a la vez “ tiene que tener una triple mirada: la visión estratégica, la operación del negocio y la relación con el o los dueños. A veces, el ejecutivo que era muy efectivo arriba de un buque grande, sucumbe frente a las exigencias de un barquito más chico en que no tiene un staff de apoyo que resuelva cada uno de los múltiples desafíos que se presentan”, agrega Duarte.
Y como se trata de empresas que necesitan expandirse, se busca personas con mentalidad visionaria. “Esto permite que inyecten mucho trabajo y energía para hacerlas crecer en el tiempo, impulsando proyectos de internacionalización mediante las redes de contactos que tengan tanto en Chile como en el extranjero. De no poseer esas características, lo anterior puede traducirse en una experiencia negativa para esos individuos”, dice Toselli.
Trincavelli lo está viviendo ahora en la nueva empresa."Es muy enriquecedor el proceso de llevar a la compañía a su punto óptimo de formalización, tomando en cuenta el delicado trade off entre rapidez-eficiencia y control interno. Además, ser una especie de director de orquesta, aunque del área de una empresa. meno, permite desarrollar habilidades para detectar qué instrumento no está sonando bien, generando acciones correctivas e interpretando cómo interactúan los recursos y procesos para obtener un resultado final satisfactorio, en términos generales", agrega.
Negociando bajo cinco puntos
Sin duda entonces que la negociación es primordial para acordar de entrada las condiciones. Daniel Contreras, gerente general de la empresa Falcon que se especializa en ahorro y en negociación, entrega algunas recomendaciones para quienes estén pensando en dar el paso.
1. Sacar cuentas con anticipación: Fijarse que la renta que se perciba alcance para pagar los costos fijos de la familia o su burn rate, es decir, poder cubrir la tasa con la que la familia "quema" dinero mensualmente, una preocupación que uno no desea tener en esta nueva posición es la de no poder pagar las cuentas.
2. Ser el mejor amigo del dueño: Es conveniente tener una excelente relación previa con él o ella. “no es suficiente estar enamorado del proyecto de negocios ni jugársela por la reputación del dueño de la empresa, uno tiene que tener la seguridad de que frente a las eventuales dificultades futuras, habrá una manera de enfrentarla, es decir, valores compartidos, que facilitará la solución sin generar problemas personales en el proceso”, dice Contreras.
3. Ser tolerante: Habitualmente este tipo de cambios se aconsejan a personas que tienen alta tolerancia frente a la incertidumbre, porque tienen que asimilar cambios en el ambiente de negocios, en el equipo, en la situación financiera de la empresa, en las reglas del juego, etc. “Comúnmente se asocia esta tolerancia con una cierta edad o etapa en el ciclo vital, la verdad en se estima que los ejecutivos vienen 'cableados' de la casa para aceptar escenarios menos determinísticos. En general hijos mayores o primogénitos toleran bien los entornos cambiantes, también las primeras generaciones de inmigrantes. Por contraposición, miembros del 'establishment' soportan peor estas condiciones variables en el tiempo”, opina Contreras.
4. Registrar la participación: “Idealmente debe quedar documentado, por ejemplo, en el evento de desacuerdo, que el ejecutivo que tomó el riesgo pueda ejercer una opción de venta al dueño de la empresa”, opina Contreras. Es importante distinguir si la participación es en utilidades o en porcentajes de propiedad. Este último implica una mayor retribución en caso de que la empresa se venda. Todas las variables del acuerdo deben ser numéricas u objetivas, fechas, montos, porcentajes, etc. Si hay inclusión en una escritura, debe haber una revisión del pacto de socios también.
5. Estudiar los modos de inclusión en la propiedad: Generalmente existen tres tipos de participación. Por una parte ésta el modo a través del cual se 'regala' la propiedad al ejecutivo, otra es a adquiriendo acciones a un precio preferente en el futuro y, finalmente, la propiedad llega si se han cumplido algunos indicadores de gestión del negocio preestablecidos. En cualquier caso es fundamental asegurar que las fechas, porcentajes, plazos y variables sean conocidas, documentadas y explícitas.