En energía hay cargos muy especializados, lo cual genera complicaciones y nuevos desafíos para quienes migran.
Sin duda, las actuales condiciones de mercado, como la baja demanda de materias primas por parte de China y la política monetaria de Estados Unidos que eleva la tasa de interés internacional, afectando negativamente al cobre, impacta directamente la empleabilidad en industrias como la ingeniería y la minería, como también activa la contratación en otros rubros, como lo es la energía.
“Los profesionales que migran al sector energético provienen de empresas mineras, proveedores de minería y multidisciplinas de la ingeniería, debido a que estas industrias han sido las más afectadas por la caída en la inversión de cobre, devaluando su producción por la baja demanda del gigante asiático”, explica Margarita Becerra, consultora de Engineering & Manufacturing de Michael Page.
Por tal motivo, y debido a no encontrar mejores opciones dentro de su área, muchos profesionales buscan nuevos horizontes laborales en rubros con proyecciones económicas más optimistas.
“Actualmente en el sector energético existe una variada cartera de proyectos en Energías Renovables No Convencionales por la necesidad diversificar las fuentes de generación, permitiendo que compañías extranjeras inviertan en Chile, lo que aumenta la incorporación de profesionales que han migrado de campos laborales saturados o contraídos por la desaceleración económica”, comenta la consultora de Michael Page.
Sin embargo, en energía hay cargos muy especializados, lo cual genera complicaciones para quienes migran y nuevos desafíos “Generalmente los profesionales se desarrollan en un mismo rubro, ya que esto les da mayor expertise para asumir cargos de mayor responsabilidad, por lo que al momento de migrar tendrán que adaptarse y superar los desafíos que conlleva lograr un bagaje que los valide dentro de su nuevo campo de acción”, explica Margarita Becerra, agregando además que los profesionales que vienen del sector minero tienden a disminuir su nivel de ingreso, ya que las rentas de minería son más altas que en otros rubros.
“Debido a la falta de inversión se han perdido 57 mil empleos en el sector minero, especialmente en empresas subcontratistas y de abastecimiento que son más endebles a desaparecer producto de la economía –informa la consultora de Michael Page-, estos trabajadores están dispuestos a trasladarse a otras regiones con tal de mantener continuidad laboral, ya que la reactivación de la economía es incierta en el corto plazo”, concluye la experta.
Las regiones con mayor nivel de migración de profesionales, son también las con mayores índices de desempleo, como es el caso de Tarapacá, Antofagasta y Atacama.