Nery Nina, docente EPU del curso Coaching Ontológico de la USMP, refiere sobre este tema y dice que "en un mundo tan competitivo, todos quieren el título de líder y pocos el de seguidor".
Mucho se habla del rol del líder en las organizaciones. Se escribe muchísimo sobre la importancia de desarrollar competencias y habilidades que lo conviertan en eje articulador de los objetivos estratégicos; sin embargo, recordemos que también existe un rol igual de valioso, y es el de aquellos que en algún momento tienen que cumplir el rol de seguidores.
Pero no hablamos de los seguidores pasivos, silenciosos, sin opinión, que prefieren que otros hagan y se limitan a hacer lo estrictamente ordenado para su puesto. Un equipo de alto desempeño requiere de excelentes miembros, donde el rol de liderazgo sea rotativo y se pase, de ser el que dirige la “orquesta”, a ser el que con suma flexibilidad se deje “liderar” con total calma y sin egos de por medio.
En un mundo tan competitivo, todos quieren el título de líder y pocos el de seguidor y lo cierto es que estos roles son cada vez más alternados y se requiere competencias para aprender a ser también un seguidor efectivo y eficaz.
1. Humildad: Si bien, esta cualidad es vital para el líder, un seguidor, sin humildad, será incapaz de relacionarse desde un espacio de respeto e igualdad con los demás. Con humildad, se permitirá aprender de los otros, pedir ayuda, permitirse el error, ser honesto con aquello que está fuera de sus competencias y apoyar al equipo desde todo su potencial.
2. Capacidad de apertura y aprendizaje: En un equipo, un seguidor que esté abierto a la apertura, que se permite decir “no sé”, “ lo aprenderé” y que es capaz de dar autoridad al otro para que le enseñe logrará que se genere un espacio de gran aprendizaje que sume a todos.
3. Generosidad y Solidaridad: La generosidad en un seguidor/ líder es vital, ¿cuál es la visión?, ¿hacia dónde apunta el equipo? Se requiere una actitud solidaria, presta a apoyar al compañero; al que esté asumiendo el rol del líder, al que lo necesita, como una actitud natural, jamás impuesta.
4. Capacidad de escucha: Todo buen seguidor/líder necesita una escucha impecable, vale decir, una escucha donde se permita a todos los demás expresarse con total apertura. En un mundo donde nos entrenan para hablar, responder, decir, la escucha siempre será un profundo regalo al otro.
5. Flexibilidad y adaptabilidad: aprender a adaptarnos a los diferentes modelos de liderazgo, de visión, de nuevas maneras de ser y hacer, y a la vez ser flexibles, nos permitirá estar cada vez más comprometidos con el equipo, con la visión y el objetivo.
Detenernos a mirar nuestro propio rol de seguidor, es también darnos la oportunidad de saber que siempre es posible transformarnos en la mejor versión de nosotros mismos, y ese es el más importante compromiso que podemos asumir todos, en todo momento.