En el plano personal como organizacional, el coach debe presentar competencias similares, pero debe conocer cómo funcionan las dinámicas organizacionales.
Adaptarse a los cambios y lograr una restructuración exitosa frente a la competitividad como a la amenaza de la continua obsolescencia, se ha vuelto un camino cuesta arriba para muchas empresas. Es así, que muchas de estas organizaciones han buscado estrategias para lograr mantenerse “vivos” en este cambiante escenario. En ello, la apuesta ha ido por la capacitación, consultoría y el coaching.
Cristián Durán, presidente de la IAC “International Association of Coaching” Capítulo Chileno, quien estuvo exponiendo en la III versión del Simposio Coaching Ontológico Organizacional, organizado por la carrera de Ingeniería Comercial junto a Alumni de la Universidad del Pacífico, sobre “El Coaching Organizacional, herramienta efectiva para la estrategia de tu empresa”, indicó que básicamente el coaching es una moderna herramienta con una metodología que ayuda a las personas, los equipos de trabajo y las organizaciones, lograr sus objetivos.
“Para el coaching lo relevante es tener un objetivo y una misión clara de donde se quiere ir. Y cuando ello ocurre, se produce lo que en coaching nombramos como la toma de conciencia. Toma de conciencia de donde estamos en este minuto, de la situación actual, de adonde queremos llegar, la distancia que existe entre ambos, los posibles obstáculos que podríamos tener, que podríamos hacer para lograrlo, que hemos hecho y han hecho otros, y todas esas preguntas que nos hacemos en la famosa toma de conciencia”, indicó.
Y cuando tomamos conciencia y sabemos a dónde queremos llegar se produce un cambio importante en nuestra actitud. “Porque tomamos una actitud responsable, es decir nos responsabilizamos por los resultados que vamos a obtener, por nuestros actos. Y cuando se da todo ello es cuando tomamos acciones concretas, nos enfocamos y concentramos en la meta propuesta y aprovechamos el propio potencial o talentos”, agregó el experto.
¿Pero por qué es importante tener una misión? “Porque el motivador más importante de un ser humano es tener un objetivo claro o visión clara. Y eso es lo que busca el coaching, que las personas, los equipos de trabajo y las organizaciones, logren sus objetivos, ese es el objetivo fundamental del coaching. A través de una toma de conciencia, de actitud responsable y de tomas acciones concretas”.
Y ¿por qué es tan vigente el coaching? “Tiene que ver con la situación actual. Vivimos en la era de sobre carga de información y es difícil enfocarnos en nuestros objetivos. Por eso se convierte en una herramienta importante. Así el rol coaching profesional, es permitir que la persona u organización logren sus objetivos mediante la co creación de conciencia y con la elaboración de un plan de acción. En la era de la información se dice que hay desinformación por sobre la información. Y a las empresas se les exige tomar decisiones y resultados rápidos. Pero si nos ponemos a analizar la cantidad de información que hay caemos en la parálisis por análisis”, acotó.
Indicó que tanto en el plano personal como organizacional, el coach debe presentar competencias similares, pero debe conocer cómo funcionan las dinámicas organizacionales. “Debe saber qué pasa al otro lado del escritorio para saber cómo se comportan y ayudar a lograr sus objetivos. Por lo tanto un coach tiene que tener conocimiento organizacional y en lo posible experiencia organizacional”, aseveró.
Agregó que además en el ámbito organizacional lo que cambia es el enfoque.
“Las empresas buscan resultados, por lo tanto el enfoque estará apuntando en la mayoría de los casos a los resultados, al desempeño y al desarrollo profesional”.
El rol del líder en la organización
Dado los cambios constantes, la alta competencia, el estrés, la incertidumbre, innovación, la presencia de consumidores inconstantes, la globalización y diversidad cultural, etc. que caracteriza la era de la información, es que se hace necesario el rol del líder dentro de las organizaciones para mantener la motivación de los empleados.
“Se dice que los empleados en las organizaciones valoran mucho más su relación con su jefe directo más que con otros en la misma empresa, más que los ingresos o beneficios”, señala Cristián Durán.
Sin embargo, dijo, el 90% de los líderes de las compañías han sido puestos en los cargos por habilidades de competencias y conocimientos. “No son líderes innatos, no nacieron para ello ni fueron formadas para serlo. Y eso pasa en los ascensos y al contratar, se pone al mejor o por donde estudió, etc. y se olvidan en la parte actitudinal del liderazgo, que es lo que se necesita para motivar a las personas y se puedan enfocar en la visión y en los objetivos de la empresa también”.
Y ¿qué tipo de liderazgo es el que se requiere? “Décadas atrás se pensaba que para que una persona fuera exitosa en la vida lo más importante era el Coeficiente Intelectual. Daniel Goleman, autor de la Inteligencia Emocional, concluye que el éxito en la vida de las personas - no solo en lo organizacional - depende en un 80% de la inteligencia emocional. Y en cargos de liderazgos, un líder necesita un 85% de inteligencia emocional v/s un 15% de conocimiento técnico, es decir ya no debe saber todo lo que saben sus subalternos, es más, ellos debieran saber más que el líder, y el líder debe tener la capacidad de liderar y manejar todos esos conocimientos”.
Es ahí donde entra el tema del coaching y que según datos duros, su uso alcanza altas tasas de ROI (retorno por inversión). “Estudios de 6 empresas multinacionales sobre el ROI al invertir en coaching, coinciden que el retorno de ellas está entre un 500 y 600%. Por lo tanto cuando una empresa que contrata coaching va a retornar 5 o 6 veces más lo invertido en el proceso, desempeño y productividad. Y no es no significa que el coaching sustituya la formación o capacitación o consultoría, pero el coaching es un complemento. El cual llega para complementar la parte blanda de las organizaciones”, indicó.
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