A través de un estudio, DNA Human Capital busca hallar la respuesta.
Las brechas salariales y ocupacionales entre hombres y mujeres representan un indicador clave en la investigación y análisis de la equidad en función del género. Recientemente, un estudio presentado por DNA Human Capital realizado en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú, busca dar respuestas a la interrogante de por qué más de un 75% de los cargos destinados a altos ejecutivos del área comercial son ocupados por hombres y no por mujeres.
En la muestra, que recoge los datos de 1.814 hombres y 1.966 mujeres de las áreas comerciales correspondiente a los cinco países, es posible identificar que en la base de la pirámide, la mayoría de los “ejecutivos” son mujeres (72%); luego, en la categoría “jefes subgerentes”, la brecha de género es casi cero, con un 53% de hombres y 47% de mujeres; sin embargo, en la cúspide se concentra la mayor brecha: sólo el 22% de los “gerentes” son mujeres, ¿cuál es la razón?
Mauro Canevaro, executive manager de DNA Human Capital, sostiene que “en industrias con gran contingente comercial, como banca, seguros y propiedades, esto se puede explicar debido a varios factores. En primera instancia, los cargos de ejecutivos comerciales suelen tener bastante libertad horaria, pues el trabajo está enfocado en metas. “Mientras se cumplan los KPI, las compañías no tienen mayor preocupación en cuanto al horario que los profesionales utilicen para lograrlo, por lo que es muy cómodo para mujeres que buscan compatibilizar el trabajo y la familia”, explica el experto.
Sin embargo, para Canevaro, el conflicto llega a la hora de asumir nuevos desafíos profesionales que implican una mayor dedicación de tiempo. Hoy, a pesar de los avances en igualdad, la responsabilidad de la casa y la familia recae mayoritariamente sobre las mujeres, implicando una doble carga entre el desarrollo profesional y su vida familiar.
“Ante esta disyuntiva, la gran mayoría de las profesionales opta por la segunda opción, manteniéndose en cargos de menor exigencia para poder combinar de mejor forma su vida familiar y profesional”, explica.
Para el especialista, la razón se basa en que el área comercial es una de las más demandantes en términos de carga horaria, comparada con otras áreas más de back office como recursos humanos, marketing y comunicaciones, que trabajan en un horario establecido.
En este contexto, Canevaro aclara: “en cargos más altos, el área comercial sigue trabajando por objetivos, pero éstos son más exigentes, pues se suman la gestión de equipos y los KPI de este. Se debe estar en constante monitoreo, establecer estrategias de control y gestión, es estar en función del trabajo, sobre todo si se busca ascender a caros de mayor responsabilidad”.
Es en este escenario, explica el experto, muchas mujeres deciden dedicarse a su rol comercial de base, donde manejan sus tiempos y no proyectar una carrera en el área, para lograr así, el equilibrio con su vida familiar.
Por otra parte, las profesionales que deciden realizar una carrera en esta área deben asumir grandes desafíos. “Lamentablemente, las ejecutivas, deben validarse mayormente frente a sus pares y superiores. Tienen que invertir más tiempo y resistir el desgaste emocional en una estructura que tiende a ser más masculina” sostiene.