En su ambiente natural demostró por qué el resto de los vehículos deportivos quieren parecerse a él.
No es necesario saber de autos ni siquiera amarlos para reconocer el encanto de un Porsche, basta con tener conectado el corazón y asegurarnos que esté bombeando sangre, para que la magia ocurra.
La intensidad definitivamente aumenta cuando lo que se tiene enfrente es el macho alfa de la manada: el 911 Carrera.
La tarea no ha sido sencilla ni ha ocurrido en un abrir y cerrar de ojos. La casa de Stuttgart se ha perfeccionado desde 1964, por lo que este auto debe ser considerado como la máxima evolución de su especie, desde aquella primera interpretación del fastback 2+2 de tracción trasera impulsada por un motor bóxer de seis cilindros, que conserva hasta nuestros días.
Con una humildad que llega a ser humillante para sus rivales, la marca asegura que ésta no es una nueva generación sino la actualización de aquella que presentó en 2012. Sin embargo, en honor a la verdad, las modificaciones en el comportamiento del auto, su estilo y desempeño deportivo sugieren otra cosa.
Mientras tanto, dentro como fuera de Porsche, el 911 Carrera sigue siento el rival a vencer, cuando de autos deportivos se habla, y no hay marca en el planeta que tenga los argumentos para refutarlo.
Benito Guerra, campeón del Mundial de Rallies en 2012, se reunió con el nuevo Porsche 911, que sigue siendo el referente para muchos autos deportivos.
Paradójicamente, incluso en las versiones S, Porsche no suele ofrecer el modelo más potente del segmento, apuesta por una ecuación más completa, que considere tanto el peso del auto como el refinamiento de la aerodinámica.
Tan bueno en primavera como en invierno
Desde Atraccion360 cuentan que sus primeras experiencias a bordo de este misil alemán habían sido totalmente egoístas, sin acompañantes. Con el acelerador a fondo y tratando de exprimir todas las cualidades del nuevo motor turbocargado de seis cilindros que, gracias a la sobrealimentación del motor, desde muy bajas revoluciones n entrega su generosa potencia. Nadie les robaba atención de la encomienda al volante, tampoco representaba lastre, el idilio había sido uno a uno, ahora las cosas eran distintas.
Sin embargo, afirman, la experiencia no perdió su encanto, pues incluso antes de comprobar qué tan capaz era de empujar, el nuevo motor ya los había hecho salivar con el puro sonido: ronco y seductor, impropio de un turbo.
El 911, en su versión Carrera S, entregó sin reparos 420 caballos de pura sangre, que aún con la altitud de la mexicana ciudad de Puebla e, incluso, de Ciudad de México hacen sentir que no hay carretera que pueda domarlos.
A diferencia de lo que habíamos probado en el pasado, dicen, en esta ocasión tuvimos que correr con tres de las plazas del auto ocupadas (en la cuarta la marca ha puesto una llanta de refacción), sin sentir que esto sea una limitante para este deportivo.
La transmisión que fue acoplada al motor trasero, sigue siendo la misma que le conocíamos desde hace algunos años, una PDK de doble embrague y seis velocidades, aunque gracias al turbocargador es posible encontrar empuje desde muy bajas revoluciones, de tal suerte que es posible creer que las 368 libras pie de torque son muchas más.
La perfecta repartición de pesos por momentos hace olvidarnos, agregan, que estamos a bordo de un tracción trasera, y es fundamental para que a bordo el 911 predique con arrogancia la virtud de convertir las curvas en rectas, gracias a las muy particulares cualidades de su ágil manejo.
Sin embargo, el desempeño deportivo de este auto no es lo que más impresionará a aquellos que tengan el privilegio de ponerle las manos encima. Será su versatilidad la que provocará que te enamores de él, pudiendo revolucionar los latidos de tu corazón tanto dentro como fuera de la pista.
A diferencia del anterior modelo, la personalidad de este auto cambia súbitamente, basta con manipular la puesta a punto a través de una perilla ubicada en el volante, que también incluye la función Sport Response, con la cual, si se presiona durante 20 segundos, hará se tengan las máximas capacidades del 911.
Atorados en medio del pesado tránsito pudimos ver en todo su esplendor la mejora de los nuevos controles que, en conjunto con el nuevo sistema de infoentretenimiento, hacen del renovado 911 un auto más seductor que su predecesor.
En el departamento de los temas que a nadie, interesado en un vehículo deportivo, importan debemos reconocer que, a pesar de su rabiosa aceleración, los consumos de combustible son reducidos, en parte gracias a su bajo peso (1,440 kilogramos).
La evolución de este vehículo también ha alcanzado para hacerlo más democrático, pues hoy gracias a la larga lista de asistencias electrónicas es posible que cualquier mortal lo pueda manejar, aún sin tener manos de piloto.
Hoy más que nunca, mejor que un 911, definitivamente sólo el nuevo 911.
Porsche 911 Carrera S a fondo
Motor
TIPO: Bóxer H6 3.0 litros biturbo
POTENCIA HP/RPM: 420
TORQUE LB.-PIE: 368
TRACCIÓN: Trasera
TRANSMISIÓN: PDK 7 velocidades doble embrague
ACELERACIÓN 0-100 km/h: 3.9 segundos
VELOCIDAD MÁXIMA KM/H: 306
Seguridad
BOLSAS DE AIRE: Laterales, torácicas y para el cráneo
CINTURONES: Cuatro de tres puntos
FRENOS: De disco perforados y ventilados con ABS
OTROS SISTEMAS: Barras de protección lateral en las puertas, luces diurnas de 4 puntos de tecnología LED, luz de curva dinámica, control de tracción y estabilidad, asistente de cambio de carril y de estacionamiento.
Entretenimiento
ASIENTOS: Forrados en piel con ajuste eléctrico
VOLANTE: Forrado en piel, multifunción, ajustable, con paletas de cambio
ENTRETENIMIENTO: Sistema Porsche Communication Management con AM/FM, CD, auxiliar plug-in, adaptador para iPod, pantalla táctil de siete pulgadas y navegador satelital, Apple CarPlay y Porsche Connect
MÁS EQUIPO: Sistema de sonido envolvente Bose
