El agua es el elemento cuna de la vida en el planeta, y su uso y consumo es imprescindible para la actividad y la salud humana. Pero abusar en su ingesta puede ser contraproducente, ocasionando pérdida de sales minerales esenciales para el organismo y muerte por acumulación de agua en los pulmones.

 

Así lo advirtió Ramón Iván de Dios Pérez, encargado del servicio de Admisión Médica Continua y Urgencias del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Jalisco. Por lo mismo, recomendó consumirla respetando las necesidades de cada persona.

 

"Aquellos que se híperhidratan pueden requerir, en un primer momento, atención hospitalaria debido a la baja abrupta de sales minerales como el sodio y el potasio (…) La irritabilidad, dolor de cabeza e incluso convulsiones son síntomas de este fenómeno también conocido como potomanía, cuando hay carencia de sodio", aseguró el especialista.

 

Apuntó que cuando el potasio falta en el organismo humano, el paciente presenta los síntomas de debilidad y parálisis de las piernas hacia arriba. Una buena noticia es que la mayoría de los casos son reversibles si se atienden de manera oportuna con el médico.

 

"Pese a que el agua es una sustancia completamente necesaria para la vida, la persona no debe tomar más de la cantidad que le demande su cuerpo, de lo contrario pierde los electrolitos que de manera natural se encuentran en la sangre y que ayudan a la función de todas las células del organismo", señaló.

 

Los casos de mayor gravedad manifiestan insuficiencia cardiaca o renal: el agua sobreconsumida genera una carga capaz de conducir a la muerte; aumento en la presión de alveolos, que 'llena' los pulmones y la cantidad de sangre en el cuerpo crece: el corazón es incapaz de bombear.

 

"Beber agua simple es la mejor alternativa para la salud; sin embargo, beber dos litros al día es una recomendación estandarizada que cada persona debe consultar de manera particular con su médico", abundó.

 

La cantidad de agua total que debes de consumir al día, está relacionada con la complexión e índice de masa corporal; además, se debe de contar el agua que poseen las frutas, verduras, sopas o caldos, u otro tipo de alimentos que se ingieran en el día.

 

"En algunas ocasiones será necesario beber menos líquido, en otras más (…) Se debe de acudir con el médico, a fin de que éste calcule la cantidad adecuada" con respecto a las particularidades de cada organismo, explicó Pérez.

Excélsior