Kymriah es un nuevo tipo de inmunoterapia modificadora de genes que marca el inicio de un potencial nuevo paradigma terapéutico para algunos cánceres.
El precio de US$ 475.000 por paciente de una novedosa terapia genética contra el cáncer de Novartis, recién aprobada en Estados Unidos, generó la crítica de grupos que reclaman fármacos más accesibles para la población, pero analistas creen que será difícil en un comienzo hallar un punto de equilibrio.
Kymriah de Novartis, un nuevo tipo de inmunoterapia modificadora de genes que marca el inicio de un potencial nuevo paradigma terapéutico para algunos cánceres, se convirtió el miércoles en la primera terapia oncogenética aprobada en Estados Unidos para pacientes de hasta 25 años con un tipo de leucemia.
Si bien grupos de pacientes halagaron a Kymriah como un posible punto de inflexión en los tratamientos oncológicos, el laboratorio suizo fue criticado por fijar un precio que coloca al medicamento entre los más caros de la historia, apenas detrás de un par de terapias génicas para enfermedades muy raras.
Dado que los contribuyentes han colaborado por años con más de US$ 200 millones para investigaciones relacionadas -ya que los estudios iniciales sobre el fármaco fueron realizados en la Universidad de Pensilvania-, Novartis debería haber sido más prudente, dijo la agrupación Patients for Affordable Drugs.
"Creemos que es excesivo", señaló David Mitchell, un paciente oncológico que fundó el grupo. "Novartis no debería ser alabado por traer al mercado un fármaco que cuesta 475.000 dólares y aducir que podría cobrar mucho más", agregó.
La compañía farmacéutica estima que anualmente sólo 600 pacientes con leucemia linfoblástica aguda (LLA) serían potenciales receptores de Kymriah, lo que limita el nicho inicial de pacientes tratados a un valor por debajo de los US$ 300 millones.
Novartis también pretende que por años varios miles de personas que tienen recaídas o reciben un diagnóstico de un tipo de linfoma refractario también reciban Kymriah, pero no hará los pedidos de autorización correspondientes hasta fines del año próximo.
El éxito con esos pacientes es clave para que el medicamento tenga las ventas de US$ 1.000 millones anuales que espera el laboratorio. Pero los analistas creen que es un enigma cuándo Kymriah empezará a cubrir sus costos.
"No está claro cuál es ese punto de equilibrio para la rentabilidad, dado que éste es un emprendimiento de un capital muy grande", dijo el analista de Bernstein Tim Anderson, que agregó que posiblemente Novartis recortará el precio de Kymriah para los pacientes con linfoma refractario.
El jueves, Novartis dijo que el costo de producción de cada tratamiento Kymriah es información confidencial, pero analistas estiman que rondaría los US$ 200.000. Su elaboración es compleja, ya que los médicos deben obtener células T de cada paciente, enviarlas a una fábrica en Nueva Jersey y, luego remodelarlas mediante ingeniería genética para que ataquen al cáncer e inyectarlas al paciente un par de semanas después.