La restricción de la oferta por parte de los operadores que evitan el crudo ruso, la disminución de las reservas y la preocupación por el aumento de los casos de COVID-19 en China, se han combinado para producir una montaña rusa para el crudo esta semana.
Los precios del petróleo ampliaban sus avances el viernes al final de una tercera semana de gran volatilidad, después de que los escasos avances en las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania aumentaron el espectro de una interrupción prolongada de la oferta.
Los futuros del crudo Brent subían US$ 1,14, o un 1%, a US$ 107,78 por barril a las 1003 GMT, tras haber ganado casi un 9% el jueves en la mayor subida porcentual desde mediados de 2020.
Los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) subían US$ 1,24, o un 1,2%, a US$ 104,22 el barril, sumándose al alza del 8% del jueves.
La restricción de la oferta por parte de los operadores que evitan el crudo ruso, el estancamiento de las conversaciones nucleares con Irán, la disminución de las reservas y la preocupación por el aumento de los casos de COVID-19 en China, que está afectando a la demanda se han combinado para producir una montaña rusa para el crudo esta semana.
La volatilidad ha ahuyentado a los operadores del mercado del petróleo, lo que a su vez probablemente exacerbe las oscilaciones de los precios.
A pesar de los reveses en el campo de batalla y de las sanciones de Occidente, el presidente ruso Vladimir Putin no ha dado señales de ceder. El Kremlin dijo que aún no se había alcanzado un acuerdo tras un cuarto día de conversaciones con Ucrania.
"El presidente Putin parece no estar dispuesto a poner fin a las hostilidades. Esto debería garantizar que el complejo energético se mantenga bien respaldado, con un amplio margen para una mayor volatilidad", dijo el analista del mercado petrolero de PVM, Stephen Brennock.
Agregó que el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos apuntaba a una economía más fuerte, lo que podría apuntalar la demanda de petróleo.