Situación dificulta que el Banco de Japón alcance su meta de inflación de un 2%.
Los precios mayoristas japoneses subieron en septiembre a su ritmo anual más acelerado en casi nueve años debido al alza de los precios de la gasolina, los metales y los productos agrícolas, pero las ganancias no aumentarán necesariamente la inflación notoriamente débil del país.
Los economistas esperan que los precios al consumidor sólo aumenten gradualmente debido a que muchas compañías japonesas prefieren absorber unos mayores costos de los insumos en lugar de traspasarlos a sus clientes, lo que dificulta que el Banco de Japón alcance su meta de inflación de un 2%.
"Los valores están subiendo, pero las empresas son muy reacias a subir los precios minoristas", dijo Norio Miyagawa, economista senior de Mizuho Securities.
"En todo caso, estoy preocupado por los márgenes de ganancias de las empresas. Es difícil que los precios al consumidor se aceleren cuando las empresas no traspasan los costos más altos", agregó.
Los precios mayoristas crecieron un 3,0% en septiembre respecto al mismo mes del año anterior, y aumentaron por noveno mes consecutivo, revelaron el jueves datos del Banco de Japón (BoJ, por su sigla en inglés).
Las ganancias de septiembre marcaron el crecimiento más rápido de los precios mayoristas desde octubre del 2008, excluyendo el efecto de un alza del impuesto sobre las ventas a nivel nacional en el 2014.
El BoJ dijo que el impuesto sobre las ventas se aplica no sólo a los consumidores, sino también a muchas transacciones entre empresas.
Los precios al consumidor a nivel nacional subieron un 0,7% interanual en agosto, un ritmo más rápido que el de julio, pero todavía muy por debajo de la inflación del 2% que el BoJ espera lograr.