En las poco más de 100 páginas de "Ponte las pilas", el emprendedor describe lo que considera el camino a seguir para tomar acción en materia de negocios.
Carlos Márquez es un hijo de inmigrantes mexicanos muy pobres "y sin ganas de avanzar", según sus propias palabras, pero que logró despuntar en el mundo de los negocios en EE.UU. a pesar del "desánimo" de sus progenitores, de acuerdo con su relato en el libro "Ponte las pilas".
"La pobreza en la que crecí y las adversidades que enfrenté de pequeño fueron mi mayor impulso para tomar acción y alcanzar el éxito", explicó Márquez a Efe, en entrevista telefónica desde Los Ángeles (California), ciudad en la que este sábado presentó su publicación.
Según explicó, en las poco más de 100 páginas de "Ponte las pilas" el emprendedor describe con un lenguaje sencillo, basado en su propia experiencia y aprendizaje, lo que considera el camino a seguir para tomar acción en materia de negocios.
En la publicación, el empresario de 36 años, que ya acumula un capital financiero de millones de dólares, articula su vivencia personal y revela los traumas, abusos y obstáculos que tuvo que enfrentar en su niñez, y la manera en que superó la adversidad.
"Siendo un adolescente supe que muchas veces la gente más cercana a nosotros, la que más queremos, es la que desanima nuestros sueños, la que nos dice: 'nacimos pobres y está bien así, qué le vamos a hacer'. Yo siempre creí que sí podíamos hacer algo y lo hice", resaltó.
Márquez señaló que muchos inmigrantes que llegan al país pierden mucha energía lamentando lo que está en su contra, como sus padres, quienes optaron por no comprar una casa porque pensaron siempre que regresarían a su país, "creyendo que es mejor no tomar riesgos, no tomar acción, sino solo trabajar por un sueldo mínimo".
"Me niego a ser una víctima, así tenga razones que me pusieron en ese lado con mucha fuerza. Por eso me he propuesto llenar de fe a nuestra comunidad", resaltó.
Márquez, esposo y padre de tres hijos, y que a los 14 años empezó su primer negocio con 20 dólares, vendió hace dos años las 198 sucursales de su franquicia de impuestos Tri Tax, que consolidó su patrimonio financiero.
El empresario explicó que su primer negocio, el que le dio las herramientas para dirigir su vida como empresario, lo inició en los conocidos mercados de "swap meet", o los llamados "mercado de pulgas", vendiendo cosméticos.
Desde hace 3 años conduce su programa radial "Adelante con Carlos", y además dicta charlas y seminarios en California a los que han asistido más de 4.000 participantes, y en los que enseña cómo producir los primeros 500 dólares como emprendedores.
Infatigable a la hora de motivar a los hispanos a volverse comerciantes (pequeños, medianos o grandes) con un negocio propio y lícito, reconoce ser consciente de que el éxito es un concepto relativo.
"Respeto a quienes no les importa el dinero. Desde el punto de vista de mis padres, ellos han logrado mucho y es verdad. En mi libro presento la opción que yo tomé, intento quitar los límites y llevar de la mano a quien quiera ir más lejos en materia económica".