Con una economía frágil, inflación al alza, réplicas de la pandemia e incertidumbre mundial por la guerra de Ucrania, el presidente chileno, Gabriel Boric, diseña un proyecto de ley de reforma tributaria para aumentar la recaudación en cinco puntos del PIB.
El presidente chileno, Gabriel Boric, quien asumió el mando hace tres días, dijo este lunes que su gobierno equilibraría los planes para expandir los programas sociales del país andino y ser fiscalmente responsable.
"Tenemos que ser muy cuidadosos con el gasto público", dijo el mandatario en un encuentro con la prensa extranjera en el palacio de La Moneda.
"El gasto permanente debe financiarse con ingresos permanentes", apuntó.
Con una economía frágil, inflación al alza, réplicas de la pandemia e incertidumbre mundial por la guerra de Ucrania, Boric dijo que planea lograr sus objetivos económicos a través de un proyecto de ley de reforma tributaria que espera aumente la recaudación en cinco puntos del PIB.
Exlíder de protestas estudiantiles de 36 años, Boric ha moderado la retórica antimercado de la campaña electoral del año pasado. Dijo que invitaba a todos los sectores de la sociedad chilena a participar en la discusión del nuevo proyecto de ley de reforma tributaria.
"No vamos a decir que esta reforma es contra los más ricos", declaró. Hizo un llamado a los trabajadores, empresas y otros sectores a unirse a la mesa para discutir la reforma. "Una reforma tributaria tiene que tener alta calidad técnica y también ojalá el mayor consenso".
Durante su primera conferencia de prensa con medios internacionales, Boric enfatizó su deseo de cooperación regional. Anunció que su primer viaje internacional será a la vecina Argentina, cuyo presidente Alberto Fernández asistió el viernes al cambio de mando.
El objetivo es promover "algo que no sea solamente simbólico, sino que se traduzca en colaboraciones concretas por ejemplo en términos de facilitar el paso de la frontera, inversiones", dijo.
El nuevo mandatario recordó además que Chile tiene fuertes lazos económicos con Asia y que su gobierno esperaría hasta que la nueva Constitución proporcione una hoja de ruta para retomar las conversaciones sobre el acuerdo económico transpacífico TPP 11, que Chile firmó pero que el Congreso aún no ratifica.
Una asamblea constituyente comenzó a debatir formalmente en febrero las mociones para una nueva Carta Magna que reemplace al texto que data de la dictadura de Augusto Pinochet. Según el cronograma, debe ser sometida a plebiscito hacia fines de este año.
Boric dijo además que Chile se uniría este mes al Acuerdo de Escazú, un tratado que fortalece los derechos ambientales y humanos en América Latina pero que el país no ha firmado.
