"Cualquier fintech con ambiciones serias a largo plazo probablemente tendrá que encontrar la manera de convertirse en banco", opina Mike Packer, inversionista de QED, un fondo de capital de riesgo que ha respaldado a varias firmas digitales de servicios financieros.
Los principales prestamistas no bancarios de México posiblemente tendrán que convertirse en bancos con licencia, dijeron analistas, mientras maniobran a través de la creciente turbulencia del mercado para evitar la misma suerte que tres grandes firmas que han caído en incumplimiento.
Durante la pandemia, las instituciones no bancarias crecieron hasta representar un 20% del mercado de crédito privado de México, ofreciendo desde préstamos no garantizados hasta créditos de nómina a pequeñas y medianas empresas.
Sin embargo, desde entonces, tres actores han incumplido: AlphaCredit, Crédito Real y Unifin. Ahora los bancos están menos dispuestos a financiar al sector y los tenedores de bonos internacionales también se muestran reacios a participar tras haber perdido millones de dólares.
Con la confianza agotada, junto con la consiguiente caída de la liquidez y el incremento de las tasas de interés, los restantes participantes del sector enfrentan perspectivas de crecimiento mucho más lentas y, potencialmente, una lucha por sobrevivir.
"Ante un escenario de menor liquidez en el mercado, estas compañías financieras deberán renovar sus líneas de crédito a mayores costos, y evaluar fuentes de financiamiento domesticas alternativas", afirmó Rodrigo Marimon, analista de Moody's.
Pero hay otra opción disponible para estos prestamistas en México: convertirse en un banco. Eso les permitiría prestar los depósitos de los clientes en lugar de depender de los mercados crediticios, según expertos del sector.
"Cualquier fintech con ambiciones serias a largo plazo probablemente tendrá que encontrar la manera de convertirse en banco", dijo Mike Packer, inversionista de QED, un fondo de capital de riesgo que ha respaldado a varias firmas digitales de servicios financieros.
Gilberto García, analista de Barclays en México, estuvo de acuerdo en que los prestamistas no bancarios tendrían dificultades para crecer en el clima de financiamiento actual, lo que hace que convertirse en banco sea una vía más atractiva.
"En este punto, tendrán que financiar su crecimiento muy gradualmente con sus ganancias, o pueden aumentar su fondo de financiación buscando una licencia bancaria", aseveró.
Sin embargo, García agregó que convertirse en banco "no es una ruta fácil ni rápida, y conlleva obligaciones regulatorias (onerosas)".
La fintech mexicana Covalto, anteriormente llamada Credijusto, siguió con éxito este camino el año pasado, al realizar una adquisición.
Covalto se convirtió así en la primera fintech mexicana en adquirir un banco regulado.
"Nos convertimos específicamente en un banco para evitar las trampas de este momento. La estabilidad y seguridad que tenemos ahora, y el beneficio a largo plazo de reducir nuestro costo de capital, eso es lo que compramos", dijo el cofundador de Covalto, David Poritz.
SUPERVIVENCIA
La vía bancaria no resuena para todos. Algunos prestamistas no bancarios esperan continuar con el modelo comercial existente, que surgió para abordar la amplia brecha de financiamiento en el país.
Entre ellos se encuentra Tangelo, un prestamista no bancario digital formado a partir de la fusión de la mexicana Mexarrend y la fintech colombiana Zinobe, y cuenta con líneas de crédito de HSBC y Credit Suisse.
"Vamos a dejar el juego regulado para las personas que ya lo tienen", dijo el codirector ejecutivo Tarek El Sherif, y agregó que el regulador mexicano "en realidad está siendo muy solidario porque no quiere que el sector desaparezca".
Moody's no ha descartado la posibilidad de bajas y señaló la necesidad del sector de mejorar el gobierno corporativo. Aun así, Marimon dijo que las firmas del sector que mantienen sus políticas de originación de crédito de manera prudente tienen "buenas perspectivas de negocio".
De hecho, una caída en la competencia ha abierto nuevas perspectivas, sostuvo El Sherif, argumentando que el sector subsistirá a sus baches a corto plazo.
"Las personas que sobrevivan prosperarán y crecerán, y hay mucha participación de mercado que ganar. Definitivamente es un momento para ser agresivo", afirmó.