Tras adoprtar duras medidas de austeridad, Grecia aún debe afrontar unos elevados intereses para los préstamos, más del doble de los que tiene el peso pesado de Europa, Alemania.
Atenas. Lo peor de la crisis financiera de Grecia ha terminado, pero el endeudado país aún tiene mucho trabajo por hacer, como acabar con el nepotismo y recortar los gastos, dijo el primer ministro, Georgios Papandreou.
Su Gobierno adoptó duras medidas de austeridad y logró una red de seguridad financiera provista por parte de sus socios europeos para lidiar con su crisis de deuda, pero aún debe afrontar unos elevados intereses para los préstamos, más del doble de los que tiene el peso pesado de Europa, Alemania.
"La credibilidad ha vuelto a Grecia. Por supuesto son cambios a corto plazo. Tenemos que ir a cambios más profundos, algo que ya estamos haciendo", dijo Papandreou, según una transcripción de una entrevista con la revista Time enviada a Reuters.
Por primera vez desde octubre, cuando los socialistas volvieron al poder y dieron a conocer un déficit presupuestario por encima del doble de la cifra anterior, Papandreou dijo que el peor momento de la crisis se había superado.
"Creo que lo peor de la crisis que tenemos ha pasado, algo así como la cima de la crisis. Pero hay mucho trabajo por hacer, trabajo difícil", agregó.
Time publicó extractos de la entrevista en su edición del 12 de abril.
Estas declaraciones llegan al mismo tiempo que un sondeo publicado el sábado, según el cual los socialistas, actualmente en el poder, mantienen su ventaja sobre los conservadores en la oposición.
Papandreou dijo que el Estado mediterráneo de 11 millones de habitantes debe luchar contra la corrupción, terminar con el derroche y descentralizar la administración para abandonar un sistema que favorece los abusos, donde los funcionarios pueden hacer favores basándose en sus contactos personales.
Los dirigentes de la zona euro y del FMI dicen que el plan de austeridad debería evitar que se profundice la crisis, pero una serie de protestas y enfrentamientos entre manifestantes y la policía el año pasado generó una cierta preocupación de que el Gobierno pudiera perder control.
"El dolor está ahí todavía porque los recortes, los recortes salariales, las medidas económicas están mordiendo y la gente notará esto en los próximos años", afirmó el primer ministro.
"Pero si hacemos lo que es necesario, saldremos más fuertes y mucho más viables. Y esa es mi esperanza, y mi creencia, de que lo podemos hacer", agregó.
Sondeos favorables. El sondeo realizado por la firma Alco para el periódico Proto Thema mostró que el partido PASOK, en el poder, aventaja a los conservadores por 10 puntos porcentuales: un 32,1 por ciento frente a un 22,1 por ciento.
En cualquier caso, son cifras inferiores a las del sondeo que Alco realizó en enero y que dio un 34,7 por ciento al PASOK y un 25,5 por ciento a los conservadores.
Pero el sondeo también mostró que cerca de la mitad de los 1.000 encuestados están a favor de realizar huelgas contra el plan de austeridad, mientras que un 42 por ciento está en contra. Además, un 60 por ciento cree que el país saldrá finalmente de la crisis financiera.
Un sondeo diferente publicado el viernes mostró que el PASOK tiene una ventaja similar, pero también reveló que tres cuartos de los griegos cree que el plan del Gobierno para reducir el déficit de presupuesto del país es "socialmente injusto" porque apunta a las personas de menores ingresos.
Grecia está tratando de reducir una deuda de 300.000 millones de euros que supera el Producto Interno Bruto del país de 240.000 millones de euros, y necesita pedir prestados alrededor de 16.000 millones de euros antes de finales de mayo.
Bajo la presión de sus socios de la zona euro y los crecientes intereses para acceder a los préstamos, el Gobierno redujo los salarios del sector público, congeló las pensiones y elevó los impuestos, buscando reducir el déficit presupuestario en cuatro puntos porcentuales, hasta un 8,7 por ciento del PIB de este año.