Tienen la oportunidad de acceder a estudios de educación superior en todo el país a través de este programa.
Una de las situaciones más comunes, hace algunos años, en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) era ver que muchos jóvenes que cumplían la mayoría de edad no tenían la oportunidad ni los medios para acceder a educación y así poder consolidar su proyecto de vida. Un panorama que incentivó a la institución a crear Proyecto Sueños, Oportunidades para Volar, una estrategia para trabajar en equipo con las universidades y brindar oportunidades de formación a los jóvenes.
Después de varios acercamientos lograron un acuerdo para capacitarlos. Antes de ingresar a la academia acceden a talleres de preparación para la vida universitaria, adaptación y permanencia en la educación superior, fortalecimiento académico a través de las prácticas de voluntariado universitario hasta el ingreso a la vida laboral. Karen Abudinen Abuchaibe, directora general del ICBF, habló para El Espectador de la importancia, los logros y los retos del programa.
¿Qué buscan con el programa?
Con el Proyecto Sueños, Oportunidades para Volar queremos promover y generar condiciones a los adolescentes y jóvenes que han sido declarados en adaptabilidad o hacen parte del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA), para darle continuidad a su proceso de educación básica o educación superior.
¿Quiénes son los aliados?
Desde 2012 tenemos como aliado a la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), lo que nos permite contar con el apoyo de las instituciones de educación superior del país en 30 departamentos, para que los adolescentes y jóvenes que están bajo nuestra protección, luego de terminar su bachillerato puedan acceder a la universidad que deseen y estudien la carrera que seleccionen.
¿Cuántos jóvenes se han beneficiado de este programa?
Hemos beneficiado a 1.030 jóvenes que se encuentran bajo nuestra protección. Actualmente, 787 jóvenes realizan estudios de educación superior. Asimismo, se han vinculado, bajo la responsabilidad social universitaria, a más de 250 instituciones de educación superior en todo el territorio nacional. Este trabajo es una clara muestra del trabajo que realiza el ICBF por cuidarlos y protegerlos hasta que puedan materializar su proyecto de vida.
¿En qué universidades pueden estudiar y cuáles son las carreras predilectas?
Hoy digo con orgullo que nuestros jóvenes pueden acceder a cualquiera de las universidades tanto públicas como privadas que existen en el país. 183 cuentan actualmente con estudiantes beneficiarios del convenio.
Una característica que identifica a nuestros jóvenes es servirles a los demás. Muchos de ellos me han contado su deseo de vincularse en alguna actividad con la que puedan ayudar a otros niños que como ellos no han tenido la oportunidad de crecer en el seno de una familia. Por eso, la mayoría de jóvenes busca estudiar carreras como Derecho, Psicología, Trabajo Social y en las áreas de la salud.
¿Cómo ha sido el trabajo con los aliados?
Maravilloso, pero debemos apostar por trabajar con entidades públicas, sector privado, academia, familias e incluso los ciudadanos, para apoyar los proyectos de vida de los adolescentes y jóvenes. Cuando les damos una mano y reconocemos sus talentos, es cuando realmente vamos por el camino correcto.
¿Cuáles son los logros?
Con esta iniciativa les hemos brindado la oportunidad a los adolescentes y jóvenes bajo protección, para que estudien y con ello, se preparen para la vida, una vez egresen del ICBF. Es así como hemos graduado a cerca de 200 jóvenes en diferentes carreras universitarias.
¿Cuál es el balance del 2017?
Durante 2017 tuvimos el mayor número de jóvenes beneficiarios vinculados en algún programa de educación superior, 157 nuevos estudiantes y 630 estudiantes que continuaron su formación.
¿Los retos del 2018?
El reto como directora del ICBF es lograr nuevas alianzas para que más entidades públicas y privadas les brinden la oportunidad a nuestros jóvenes, una vez culminen sus estudios, de vincularse laboralmente en el mercado.
¿Qué esperan del programa?
Esperamos garantizar que todos los niños y adolescentes que se encuentran bajo nuestra protección tengan este beneficio que, sin duda, es fundamental para que puedan construir sus proyectos de vida.
El mensaje que usted les da a los jóvenes.
Siempre les he dicho a los jóvenes que se han beneficiado con el Proyecto Sueños, Oportunidades para Volar que su trabajo no queda ahí, sino que ahora tienen que seguir adelante, siempre ir por más y motivar a otros niños y jóvenes, que están bajo las mismas circunstancias a darlo todo por lo que quieren. Adolescentes y jóvenes de Colombia, que nada ni nadie los detuvo y hoy son profesionales o están a punto de lograrlo.
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