Sueldos sobre el promedio, desarrollo de relaciones interpersonales y conocimiento de las empresas son algunas ventajas para quienes inician su carrera profesional en un proyecto temporal.
Entrar al mundo laboral puede ser todo un desafío para los nuevos profesionales. No cuentan con experiencia y, por lo general, solo tienen la práctica exigida por las universidades. Sin embargo, con el dinamismo del mercado, han ido apareciendo distintas alternativas como son los empleos temporales, que pueden ser considerados como un trampolín para comenzar una carrera laboral.
De acuerdo a Page Interim, el 20% de los nuevos profesionales logra una permanencia indefinida en las compañías, tras la contratación inicial. Si hay un buen desempeño, para las empresas es más beneficioso contratar a una persona que cuente con un conocimiento del negocio y de la cultura de la firma, minimizando así el primer obstáculo al momento de seleccionar.
Con una tasa de desempleo que ha aumentado el último año y la saturación del mercado, los empleos temporales han comenzado a jugar un rol cada vez más importante en lo que respecta a la inserción laboral.
“Hay que considerarlos como una instancia de aprendizaje, porque ayudan a adquirir un training en temas de ritmo y carga laboral, y además permiten desarrollar habilidades que en un empleo estable no suelen generarse en un inicio, como autogestión, proactividad y liderazgo”, dijo Nicole Díaz, consultora senior de Page Interim.
Este tipo de contrataciones pueden ser muy provechosas en términos de aprendizaje y de relaciones interpersonales, ya que por lo general son por periodos que van desde uno a tres meses o bien proyectos más largos que parten desde los seis meses hasta un año.
¿Cuáles son los beneficios?
Los profesionales que prefieren esta alternativa cuentan con rápida adaptación y aprendizaje, porque han tenido que desarrollar, por un contexto de necesidad, la rapidez para llevar a cabo proyectos con fechas definidas, lo que en la mayoría de los casos desencadena habilidades como proactividad y autogestión –cualidades cada vez más demandadas por las compañías-.
“Tener un empleo temporal también permite a los jóvenes tener una idea de cuáles son realmente sus áreas de interés y si el foco que habían pensado para su desarrollo profesional es el correcto. Esto en base a las habilidades propias y conceptos más blandos, como son la cultura organizacional o el valor agregado de cada profesional”.
También hay que tener en cuenta otras opciones que ofrece el mercado, como son los programas de trainee, modalidad similar a los proyectos temporales, pero que tienen una diferencia sustancial, ya que el profesional va rotando por las diferentes áreas para explorar sus facetas y, en términos de salario, se encuentra bajo la banda estándar.
En ese sentido, la alternativa temporal es más beneficiosa, ya que al ser un periodo fijo la forma más común de atraer candidatos es contar con rentas sobre la banda, que por lo general va con un sobrecargo del 10%.
¿Dónde se da la tendencia?
Este tipo de contrataciones son cada vez más demandadas, y así también por más industrias, sin embargo la tendencia sigue siendo por industrias como el sector minero, con 34% de contrataciones temporales, seguido por el área de tecnología, que aporta con 20% y entre el retail, consumo masivo y servicios financieros asciende al 13% de solicitudes en el mercado. De igual manera hay otras industrias incipientes como son energía y facilities management.
Este tipo de proyectos, por lo general, se dan en periodos de implementación de mejoras, reestructuraciones tecnológicas y/o alta demanda por estacionalidad de las mismas industrias. Un ejemplo concreto es el retail, que durante el segundo semestre aumenta las solicitudes temporales de profesionales de las áreas de supply, comercial y marketing, principalmente por las campañas de Navidad, que representan el periodo de peak de ventas.
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