"Ayudar a construir un futuro sostenible reduciendo la dependencia de las energías con emisiones altas es la base de nuestra misión", reconoció esta semana el Banco.
El Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), iniciado por China, ofreció su apoyo a los miembros de la institución para que puedan cumplir sus compromisos con el tratado de cambio climático mundial de París.
En una reunión el jueves, la junta directiva del BAII puso su programa "Estrategia de Energía Sostenible para Asia" a disposición de los miembros para ayudarles a caminar hacia un futuro con emisiones bajas de carbono, según un comunicado de prensa recibido hoy viernes.
A través de esta estrategia, que establece un marco claro en cuanto a la inversión en proyectos de energía que aumenten el acceso a la electricidad limpia, segura y confiable para millones de asiáticos, el BAII apoyará a sus miembros a fin de que cumplan lo estipulado en el convenio.
El Acuerdo de París tiene como objetivo mantener el incremento de las temperaturas globales por debajo de los dos grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales, y trabajar para limitar el alza de las temperaturas dentro de los 1,5 grados.
El BAII ha dicho que conseguirá esta meta sincronizando su apoyo con los planes de inversión energética de sus miembros, incluyendo sus respectivas contribuciones fijadas en el tratado.
"Estamos preparados para hacer nuestra parte a la hora de apoyar el Acuerdo de París a fin de construir un mañana sostenible a través de inversiones en proyectos de energía que satisfarán las necesidades de los países en vías de desarrollo y también protegerán nuestro medio ambiente", dijo el presidente del BAII, Jin Liqun.
La "Estrategia de Energía Sostenible para Asia" se sometió a dos rondas de consultas entre un conjunto diverso de actores externos en noviembre de 2016 y en febrero de 2017.
Para implementarla de manera ambiental y socialmente sólida, el BAII dijo que priorizará las inversiones en proyectos de energías renovables, como la eólica, la solar y la hidroeléctrica, así como en otros que mejoren la eficiencia energética de la infraestructura existente.
Habrá inversiones para actualizar el sistema y mejorar así la seguridad y la fiabilidad de las infraestructuras existentes, como las redes de transmisión y distribución, y las de reducción de la contaminación atmosférica, a fin de atender de inmediato los riesgos para la salud de las personas vulnerables.
"Ayudar a construir un futuro sostenible reduciendo la dependencia de las energías con emisiones altas es la base de nuestra misión y nuestro principal valor verde", dijo Joachim von Amsberg, vicepresidente de Política y Estrategia del BAII.
Añadió que esta estrategia contribuirá a los esfuerzos de los Gobiernos y el sector privado para, por primera vez, dar acceso a una energía asequible y confiable a millones de personas en Asia.
Lanzado oficialmente en enero de 2016, el BAII, con sede en Beijing, es un banco de desarrollo multilateral iniciado por China y con el apoyo de una amplia gama de países y regiones, que proporcionará financiamiento para la mejora de la infraestructura en Asia.