El alimento es considerado una de las "grasas buenas" que deben incluirse en una dieta balanceada como los frutos secos y las legumbres.

¿Sigues una dieta equilibrada? La mediterránea, característica de España, es una de las mejores del mundo. De hecho, la propia UNESCO categorizó esta dieta como ‘Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad’. No solo porque aporta platos excelentes, sino por los beneficios para la salud.

Una alimentación saludable debe incluir grasas «buenas» como las que contiene el aceite de oliva, cereales, frutos secos, legumbres, vegetales como base de todos los platos (mejor si son de temporada), carne, pescado y fruta. Dentro de esta pirámide nutricional, un nuevo estudio ha destacado que el aceite de oliva es el elemento clave del éxito de la dieta mediterránea.

De acuerdo con la Fundación Dieta Mediterránea, el aceite es «un alimento rico en vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados que le confieren propiedades cardioprotectoras». ¿Qué novedades aporta este nuevo estudio? ¿Tiene más ventajas para la salud?

Aumenta la esperanza de vida
La investigación, que ha sido realizada por un grupo de expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), sugiere que el aceite de oliva tiene propiedades que promueven una esperanza de vida más larga al estar relacionadas con la longevidad. ¿Será por que disminuye el riesgo de padecer enfermedades como las coronarias?

Las grasas que contiene activan secuencias en células destinadas a mejorar la esperanza de vida. De forma más detallada, los investigadores descubrieron que la grasa «primero es almacenada en estructuras microscópicas llamadas gotas de lípidos, que es la forma en que nuestras células almacenan grasa. Después, cuando la grasa se descompone durante el ejercicio o el ayuno, por ejemplo, es cuando los efectos beneficiosos se desencadenan«, han destacado los autores en un comunicado.

¿Qué otros beneficios aporta el aceite de oliva? Sirve para regular nuestro colesterol por sus niveles de ácido oleico, favorece la circulación sanguínea para evitar enfermedades cardiovasculares, ayuda a reducir la diabetes y, no menos importante, es un gran aliado para la piel al ser un hidratante natural.