La técnica se usa para sanar males físicos, mentales, emocionales o espirituales.
La sanación reconectiva es una práctica que reconecta al individuo con la plenitud del universo y a la vez con la plenitud del ser que cada uno es. Según los cultores de la técnica, esto sucede gracias a una nueva gama de frecuencias sanadoras y un ancho de banda nuevo.
“Una sesión de sanación reconectiva es el primer paso en la experiencia de las nuevas frecuencias de sanación. La cualidad de esta frecuencia no es comparable a ninguna otra con la que hayas podido relacionarte. Es apropiada cuando una persona siente que necesita sanar algo a nivel físico, mental, emocional o espiritual. Cuando tiene problemas crónicos o graves o, simplemente, porque quiere recobrar el equilibrio”, explica Álvaro Malky, experto en reconexión.
La reconexión, dice el especialista, equilibra al individuo, desprogramando un antiguo sistema de desarreglos electromagnéticos. Este sistema de anatomía energética humana “es la puerta que nos conecta con los campos de energía que están a nuestro alrededor, con el campo electromagnético de la tierra y con la cuadrícula energética del universo. Nos prepara para realizar la transición al cambio de conciencia que se está produciendo actualmente, despertando progresivamente la estructura de nuestro ADN y abriéndonos a la comprensión de nuestra multidimensionalidad”, asevera.
La reconexión se puede hacer una sola vez en la vida en dos días consecutivas: cada sesión dura entre 30 y 45 minutos y es aconsejable que haya pasado una noche entre una y otra, pero no más de 48 horas.
En todo caso, el proceso no está limitado a las dos sesiones sino que continúa por sí mismo y si se desea o necesita, puede realizarse más de una vez, pues las sesiones facilitan la integración de cada nueva frecuencia. Eso sí —afirma Malky — la reconexión personal ha de recibirse de forma presencial.
“Es un proceso que consiste en reactivar y reconectar las líneas axiatonales de los bloqueos que impiden la entrada y fluidez de la energía. Esto te permitirá reconectar con tu alma”, agrega para explicar cuál es la finalidad de la técnica.
Durante el proceso, el practicante o facilitador activa estas líneas axiatonales y de este modo permite el intercambio adecuado de luz e información para cada ser y la reintegración de las cuerdas o filamentos del ADN. La reconexión conecta al individuo con la matriz energética universal y lo deja en conexión permanente con su Divina Presencia.
Malky deja en claro que el proceso no es mágico, por lo que cada paciente experimentará, según el caso, un tiempo diferente de sanación, limpieza y purificación.
Frecuencia de uso
Se aconseja realizar la sanación reconectiva con una frecuencia de una a tres sesiones durante un periodo variable según el paciente. También pueden hacerse sesiones sueltas siempre que se desee y después de recibir una primera sesión completa.
El experto dice que el proceso de evolución y transformación personal se acelera y se hace más consciente a través del cuerpo.