Planear en base a proyectos y metodologías permite a las empresas que estén más alineadas a la estrategia del negocio, y de esta forma puedan ser más competitivas en la forma de brindar sus productos y servicios.
La importancia de innovar para una empresa es fundamental para su crecimiento. La idea de negocio es un elemento clave en la innovación y competitividad. No es el único, ni el más importante pero es sobre todo muy visible.
Por lo tanto, hay que plantear a la innovación como idea de negocio. No sólo como mejora o re-orientación sino como una base sobre la cual construir un nuevo negocio. Los empresarios deben preguntarse constantemente ¿qué innovación me permitirá salir al mercado con un elemento diferenciador?
Según Sergio Candelo, COO de Snoop Consulting, debe entenderse a la innovación como algo más profundo que un mero cambio tecnológico. “Cuando se habla de innovación siempre se piensa que se puede innovar a partir de la tecnología. Nosotros consideramos que también se puede innovar a partir del procesos y las metodologías”, sostiene el ejecutivo.
Sin embargo hay que tener en cuenta que que más procesos no significan mejores resultados. Lo que sí da mejores resultados es la cantidad justa de procesos e invita a prestar atención en el producto final. La razón de ser de un proyecto es justamente el producto. El proyecto tiene dos componentes: el proyecto en sí mismo y el producto que genere. En tecnología a veces pasa que un área de otra parte de la empresa pide un producto y automáticamente se lleva a la cuestión tecnológica para resolverlo. En ese contexto es cuando se empieza a considerar más la cuestión técnica más que el resultado final del producto. “Tenemos que ser muy cuidadosos de no perder de vista lo que el usuario final necesita” comenta Candelo.
Se debe poner especial atención en la usabilidad como factor clave para tener éxito en un proyecto.
La integración de procesos ha aumentado el valor de la usabilidad, siempre ha sido considerada al final de la implementación del producto pero debemos considerarla desde el diseño de tal forma de lograr mejores resultados.
La usabilidad se refiere al grado en que un producto puede ser usado por usuarios específicos para conseguir metas específicas con efectividad, eficiencia y satisfacción dado un contexto específico de uso. Es importante indicar que es una disciplina que nace en Estados Unidos y florece gracias al desarrollo tecnológico, consolidándose como una práctica habitual con la aparición de los sitios web en la década de los 90s.
“El usuario final no espera el proyecto, sino el producto. Conoce los requisitos del producto y le interesa más lo que podrá hacer que si se hace en tiempo y forma. Entonces, cada vez es más recomendable que alguien del equipo actúe como dueño del producto, para no perder el foco” concluye Candelo.
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