El hábito de mentir se puede transformar en un trastorno de la personalidad.
La necesidad de mentir puede convertirse fácilmente en una adicción, tal como fumar o beber. La mentira puede ser un escape cuando enfrentas situaciones incómodas, pero podría traerte problemas de personalidad y desconfianza de la gente que te rodea.
El hábito de mentir se puede transformar en un trastorno de la personalidad que podríamos llamar 'pseudologia fantástica', que es una compulsión a imaginar una historia con el fin de causar admiración ante los demás.
“Este afán por impresionar está basado en la imperiosa necesidad que tienen las personas por aparentar ser valiosos y geniales por medios tramposos; sin embargo, se pone en manifiesto la carencia de adaptación del entorno en que viven y la poca aceptación por ellas mismas”, dice Fernando Díaz Martínez, psicólogo y especialista en trastornos de personalidad.
¿Por qué mienten?
El hábito de mentir tiene como objetivo principal robar atención y aprecio por la vía del fácil (engaño) en vez de mostrar a la persona tal cual es, con defectos y virtudes.
Díaz Martínez aclara que "cuando mentir es la única forma de relacionarnos con los demás se habla de mitomanía: Quien la sufre puede tener un carácter con rasgos paranoides".
“Desfigura la idea que tiene de sí mismo y la 'magnifica' como en un delirio de grandeza; también oculta datos con mentiras. Se diseña una historia y se la cree. Existe dificultad para vincularse con otros de una forma integral y madura; piensa que las personas están a su servicio”, agrega.
¿Qué se puede hacer?
Quien miente debe de entender que en su afán de caer bien produce el efecto contrario: hace que los demás se sientan decepcionados, despreciados y enojados.
“Lo que le recomiendo es que se tome el tiempo de pensar las cualidades reales que tiene, sus méritos y aceptar que no puede caerle bien a todo el mundo. El que quiera estar con él será por ser auténtico. Si pese a esto, la persona no puede lograr decir la verdad, lo mejor es que acuda con un especialista para que, con base a su experiencia, pueda apoyarlo y superar este trastorno”, sentencia.
Dejar atrás el hábito de mentir es un regalo de vida porque te liberas de ataduras, tensiones y del qué dirán. Jugar limpio es el mejor camino para triunfar en la vida.