De acuerdo a los expertos, antes de embarcarse en una carrera para quedarse con un nuevo puesto de trabajo, es muy importante conocer ciertos aspectos de esa propuesta laboral.
Si ya está instalado en la playa, montaña o campo- disfrutando de un merecido descanso legal- y de pronto recibe una llamada inesperada en la que, desde el otro lado del teléfono, le ofrecen una atractiva oportunidad de empleo, invitándolo a participar del proceso de selección respectivo, es posible que tenga algunas dudas sobre qué hacer.
De acuerdo a los expertos, antes de embarcarse en una carrera para quedarse con un nuevo puesto de trabajo, es muy importante conocer ciertos aspectos de esa propuesta laboral y de la organización que lo ofrece, con el fin de sopesar los pros y contras de cambiarse.
“Es importante que todo ejecutivo o profesional no se deje tentar por cualquier oferta de empleo que se presente, aunque aquella resulte muy atractiva desde un comienzo. Hay una serie de elementos que la persona debe analizar antes de aceptar la invitación a participar en el respectivo proceso laboral”, manifiesta Andrés Cardemil, director de HumanNet Consultores.
¿Qué considerar?
En este sentido, el ejecutivo distingue aquellos factores que son propios del puesto y los que se vinculan con la organización que lo ofrece.
Entre los primeros menciona los siguientes:
- Tipo de cargo. Hay que ver si se trata de una posición ejecutiva o de especialista, y cómo aquella calza con el plan de carrera que tenga la persona. Es decir, si el profesional no busca ocupar cargos de jefatura, no tiene sentido que participe en un proceso de selección para asumir una gerencia o subgerencia. En cambio, si aquello le interesa, la recomendación es que acepte la invitación para ser parte del mencionado proceso de selección. Además, es importante saber a quién reportará tal posición.
- Funciones. Acá lo ideal es conocer las funciones del puesto y la manera en que se medirá el desempeño del individuo que lo ocupe. Es decir, si se trata de un cargo comercial lo más probable es que la evaluación sea mensual. Por el contrario, si se trata de una posición más relacionada con el análisis de variables, la medición será más a largo plazo. Asimismo, hay que averiguar si el ejercicio del cargo implica viajar dentro o fuera del país y con qué frecuencia.
- Competencias exigidas. Hay que ver qué tipo de habilidades se requieren para ocupar la posición vacante, es decir, tanto aquellas conocidas como duras como las mal llamadas habilidades blandas. Entre las primeras están la formación y los conocimientos específicos que posea el sujeto para ejercer tal puesto. Entre las segundas, destacan ciertas habilidades sociales como la comunicación, liderazgo, resolución de problemas y el manejo de las emociones que pueda mostrar la persona en su comportamiento diario.
- Sueldo. Si bien la mayoría de las personas suele considerar a este ítem como uno de los más importantes y decisivos para cambiarse de trabajo, también se deben considerar los bonos por desempeño al momento de optar por seguir nuevos rumbos.
- Salario emocional. Además del factor monetario, existen otros beneficios no económicos que contribuyen a un mayor bienestar del trabajador, tales como disponer de un horario flexible, la posibilidad de trabajar desde la casa algunos días de la semana, seguros complementarios de salud, entrega de teléfono móvil y automóvil (según el cargo), ticket de colación, capacitación constante, etc.
Sobre la organización, Cardemil distingue los siguientes elementos a considerar:
- Historia. Preguntar si se trata de una empresa joven, con pocos años, o una compañía con varias décadas de trayectoria, hitos y ya consolidada, es decir, que cuente con un prestigio en el mercado, ya sea a nivel nacional y/o internacional.
- Rubro. Conocer a qué se dedica, sus líneas de negocios y en qué mercados está presente y con qué porcentaje de participación.
- Infraestructura, tamaño y aspectos culturales. Es decir, si cuenta con buenas y adecuadas dependencias, número de empleados, sucursales, facturación anual y saber detalles de su cultura organizacional.
- Ubicación. Conocer en qué comuna está operativamente el puesto de trabajo, los accesos para llegar a él, las distancias, etc.
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