Por Maribel R. Coronel, Periodista en temas de economía y salud para El Economista.
En un país como México donde nadie conoce los indicadores hospitalarios, no es fácil que un hospital acepte dar a conocer sus registros de mortalidad, de infecciones o de sobrevida de sus pacientes atendidos; normalmente no los tienen bajo control.
Pero hay un caso de un hospital en Querétaro que a tres años de haber iniciado operaciones no sólo no le preocupan que se conozcan, sino que quiere presumirlos porque están en niveles que compiten con cualquiera de los mejores hospitales del mundo. Ello no es gratuito; es resultado de su modelo de atención integral único en México que logra un manejo oportuno de complicaciones, mantiene la calidad de vida del paciente y la salud emocional de su familia, reduce la tasa de mortalidad y evita la deserción del tratamiento.
Hablamos del Hospital Infantil Teletón de Oncología (HITO) conocido como el HITO, el único centro integral especializado en cáncer infantil en México y uno de los tres que existen en el mundo. Los otros dos son el St. Jude Children’s Research Hospital en Memphis, Estados Unidos, y el Children’s Cancer Hospital 57357 en Egipto.
Poco se conoce que el Teletón, aparte de la rehabilitación a niños con discapacidad también atiende cáncer infantil. Pues desde diciembre del 2013 inauguró este hospital especializado con resultados loables a la fecha. La operación del HITO le cuesta al Teletón ocho veces más que un CRIT convencional: 280 millones de pesos (US$ 15,7 millones) anuales frente a 30 millones de pesos (US$ 1,6 millones) de un CRIT. Pero le está redituando pues seguramente logrará su misión de ser referencia mundial en tratamiento de cáncer en niños.
Este esfuerzo del Teletón viene desde el 2009 cuando no logró resultados con donaciones a hospitales públicos. Sucedió que los estados no cumplían con la parte de capacitación, contratación de personal y mantenimiento. Hubo casos lamentables donde resonancias magnéticas nunca fueron utilizadas porque el gobierno estatal no cumplió su parte. En el Hospital General Agustín O´Horán de Mérida, Yucatán, el Teletón rehabilitó toda el área de niños e hizo una unidad de trasplante de médula. Trasplantaron a una niña y lo abandonaron. En Tabasco construyó una torre e instaló también una unidad bien equipada para trasplante de médula ósea; a la fecha ningún niño ha sido trasplantado ahí. En Sinaloa donó un equipo modular de quirófano inteligente pero nunca se hizo el área para instalarlo; Teletón lo terminó recogiendo.
La Fundación Teletón decidió construir su propio hospital oncológico. Dirigido por la médico oncóloga Lourdes Vega, el HITO atiende hoy a menores de toda la República. El HITO se ha enfocado a pacientes de escasos recursos, pero dada la baja en recaudación de donaciones, el desliz cambiario que encarece los muy costosos tratamientos oncológicos y el mantenimiento de los equipos, ahora buscan opciones para generar ingresos y garantizar su subsistencia. Han empezado a recibir a pacientes asegurados y atender en ciertas áreas como imagenología a pacientes adultos que sí pagan.
En realidad HITO tiene todo para generar ingresos pues con un simple indicador refleja su nivel de primer mundo: ocho de cada 10 de sus pacientes logran sobrevivir cuando la sobrevida de cáncer en México es de 51%. Incluso en terapia intensiva donde naturalmente es más alta la mortalidad, su índice es cercano a 70%. En los mejores hospitales del mundo la sobrevida de cáncer es de entre 70 y 80 por ciento. Y esa sobrevida la logra el HITO porque tiene bajo control las infecciones nosocomiales con 2,8 infecciones por cada 100 pacientes. Son indicadores que difícilmente logra otro hospital de México.
