La antropóloga cultural del uso de la tecnología y profesora en la Universidad de California en Irvine, entregó consejos respecto a cómo los padres y educadores deben ser parte del aprendizaje conectado tanto dentro como fuera del aula.
Su principal recomendación va dirigida a los padres: que estén envueltos en lo que sus hijos hacen y participen en ello. Luego, se debe lograr un ambiente de confianza que permita, una vez que se presente algo indebido, que los niños sientan la confianza para hablar con sus padres.
Mizuko Ito, antropóloga cultural del uso de la tecnología y profesora en la Universidad de California en Irvine, fue parte de la sexta edición del Congreso Internacional de Innovación Educativa (CIIE), organizado por el Tec de Monterrey, ubicado en dicha ciudad mexicana.
Conversamos con la experta sobre la importancia, tanto de los padres como de los educadores, de navegar en línea junto a los niños y formar parte de sus comunidades virtuales. Ito enfatiza en que los intereses del menor son claves a la hora de aprender en el aula.
- Respecto a las enseñanzas tanto dentro como fuera del aula, ¿cómo los niños se pueden beneficiar de ambos ambientes totalmente distintos?
Creo que lo principal es realmente conectarte, escuchar a la gente joven y preguntarle en qué están interesados y qué es lo que hacen en línea. Encontramos en nuestra investigación que hay una gran brecha generacional y los mayores constantemente asumen que lo que los niños están haciendo en la computadora es negativo o una pérdida de tiempo. Entonces, primero, tomar una pausa y entender antes de juzgar.
También nos dimos cuenta que si los padres y los profesores se toman el tiempo para realmente conectarse y escuchar, los niños pueden entonces descubrir una forma de relacionarse con los adultos, y con frecuencia se divierten juntos. Es más divertido que recibir algún regaño.
- ¿Se puede potenciar la educación que reciben en el colegio teniendo en cuenta el aprendizaje que tienen fuera del aula?
Sabemos de las investigaciones que cuando una persona joven está interesada, está motivada y aprende mucho más. Entonces, si puedes conectar lo que está pasando en el salón de clases a sus intereses ellos aprenderán más.
Los niños tienen conexión en todo el mundo, estén en Japón, en México o en cualquier país. Eso va a generar alguna transculturización, es decir, un cambio de culturas, ¿eso puede generar un mundo más tolerante a la diferencia de culturas? Desearía que sí. Lo que descubrimos es que cuando la gente tiene más opciones para ver con quién se conecta, se unen más a personas con las que ya comparten similitudes culturales. Eso no significa que los niños no se conecten con personas que son diferentes, porque ocurre, pero siempre y cuando tengan intereses en común.
Por ejemplo, hice una investigación sobre fanáticos angloparlantes del animé japonés. Hay un fandom internacional gigantesco del animé. Esos niños aman el animé y se están conectando con niños de todo el mundo, pero, además, tienen la posibilidad de escoger conectar con gente que es muy similar, con la que comparten intereses. Simplemente depende del niño.
- Como experta promueve que los niños se conectan y tengan relación con otros en línea, ¿qué pasa con el lado B?
Creo que es porque los niños tienen muchas más opciones y se conectan. Por eso es importante que padres y maestros se involucren. Si los padres y maestros solo están diciéndoles a los infantes que no ingresen a internet o no hablen con cualquier persona porque es malo, los niños se retiran. Por eso, la conexión con la confianza en adultos es importante.
- En esta década, ¿cómo ha cambiado la identidad de los adolescentes con los avances tecnológicos?
Creo que 10 años atrás no era lo mismo, aun cuando pudiésemos hablar de dos países con un nivel de tecnología alta. Japón tenía total acceso a los teléfonos celulares mientras que Estados Unidos tenía de moda el computador, entonces, con el tiempo se han puesto a la par logrando que estén en línea. Ahora, todos tenemos los mismos celulares y aun cuando culturalmente podríamos ser diferentes, la interacción en sí con los dispositivos es muy similar logrando un punto en común entre los participantes.
- Hoy, tanto profesores, padres y todos los participantes en la educación online, ¿deberían tener optimismo respecto a este tipo de aprendizaje? ¿Es un plus hoy y en el futuro?
Sin lugar a dudas, la tecnología ha transformado el aprendizaje. Simplemente, el hecho de que busquemos algo en Google o un video en Youtube de cómo hacer una tarea específica ha transformado radicalmente el acceso a la información. El reto es que tendremos que desarrollar nuevas habilidades para tomar las mejores decisiones para mantenernos conectados a través de generaciones. Hay nuevos problemas diferentes a los que teníamos en la educación del pasado.
Antes el problema número uno era el acceso al conocimiento, pero hoy ya no es un problema que la educación tenga que resolver nunca más. Las conexiones, las comunidades y los enfoques son los nuevos problemas.
- Existen varios mentores en la vida de los niños como padres, educadores y amigos. ¿Cuáles son los más importantes y cuáles serían los futuros mentores?
Creo que en la educación superior los educadores son el número uno, los padres también son muy importantes, pero los nuevos son las personas que pertenecen a las comunidades. Entonces, los nuevos mentores son entrenadores, artistas, cualquiera que pertenezca a las áreas que interesan a los niños. En la sala de clases, los niños y adolescentes puede querer alcanzar conocimientos más profundos y los profesores los introducen en muchas materias y le abren las puertas al conocimiento. Pero si el niño está realmente interesado en el animé, por ejemplo, y pertenece a distintas comunidades en línea, puede conectarse con personas específicas que tienen mayor conocimiento del tema.