La niñez es una etapa donde la imaginación, la autoconfianza y la pureza propias de esta etapa de la vida.
Por María del Carmen para Eleconomista.com.mx. Si has tratado de emprender tu propio negocio, pero te rindes al poco tiempo o, peor aún, ni siquiera te atreves a empezar, es momento de que aprendas de los más pequeños y emprendas como niño. A continuación te decimos cómo hacerlo:
1. Piensa qué es lo que más te gusta. Tu negocio debe estar basado en aquello que más amas. ¡Hacer lo que te apasiona será el principal motor para llegar al éxito!
2. No tengas miedo, vencer este obstáculo te permitirá alcanzar tus metas
3. Cree en ti mismo, como cuando eras niño
4. Atrévete a innovar
5. Disfruta de las actividades que vayas haciendo
6. No dejes que te digan que lo que quieres hacer es imposible, que no va a tener éxito o que debes transformar algo. Sigue tus sueños
7. Emprende con el alma, no con la cabeza. Sigue tus instintos, haz lo que sientas
8. No te preocupes por los resultados económicos que traerá tu negocio. Concéntrate en disfrutar tu emprendimiento, en hacer las cosas con pasión y pensando en los beneficios que traerá a los demás. Haciendo las cosas bien el dinero llegará solo
9. Haz negocios pensando en el planeta, que tu emprendimiento no lo dañe
10. No hagas un plan de negocios desde el principio, primero disfruta lo que haces, vívelo, siéntelo y gózalo y fluye con tu negocio, poco a poco ira tomando estructura por sí mismo, ¡no lo limites a un plan!
11. Observa los errores que cometes, no pretendas que no los hay. Si algo falla aprende de la experiencia y sigue adelante
12. Nunca abandones tu sueño, no te rindas ante la adversidad
13. Observa lo que pasa en el mercado y reinventa día a día tu negocio
14. Rodéate de gente en la que confíes, importa más su lealtad que su experiencia
15. No tengas miedo de ofrecer tu producto o servicio, si tú crees en él, otros también lo harán
16. Dale tiempo a tu negocio para florecer, cada emprendimiento tiene su propio tiempo
17. Recuerda el amor por tus juegos de infancia y la pasión de tu adolescencia por aquello que te gustaba y haz lo mismo con tu negocio
18. Rompe tus propios paradigmas
19. Mantente abierto al cambio
20. No pienses en que no tienes los suficientes recursos, piensa cómo vas a conseguirlos y enfócate en ello
21. No pongas límites
22. Nunca dejes de soñar.
Siguiendo estos pasos emprenderás como los niños, con la imaginación, la autoconfianza y la pureza propias de esta etapa de la vida, no contamines tu emprendimiento con miedos, paradigmas y barreras mentales.
Haciendo lo que más amas, tarde o temprano llegará el éxito y recuerda que si tú no crees en ti mismo, nadie más o hará.
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