Los periodos sabáticos son ya un elemento motivador y una recompensa eficaz que engancha.
¿Te agobia tu jefe? ¿No terminas de acostumbrarte a la exigencia creciente de tu empresa que te pide una disponibilidad casi de 24 horas si quieres estar en el grupo de los elegidos? Ante estas evidencias, puede parecer increíble que alguien en tu empresa llegue a ofrecerte tiempo libre para recompensar tu eficacia y garantizar tu compromiso.
Compañías como Adobe Systems brindan periodos sabáticos cada cinco años de permanencia en la empresa. El primero de los sabáticos es de cuatro semanas, y según la antigüedad se pueden disfrutar hasta seis semanas. Ese es el tiempo que la firma de software Autodesk ofrece a sus empleados cada cuatro años. Estas facilidades se combinan con otros periodos sabáticos pagados.
Boston Consulting Group otorga a los profesionales que llevan en la consultora a partir de cinco años un periodo de ocho semanas "para reflexionar y rejuvenecerse".
Jesús Vega, experto en recursos humanos, asegura que "va a haber un cambio de paradigmas. Muchas empresas aún no se han dado cuenta de que la diferencia está en la creatividad y no en el trabajo duro. Es a través de la primera como se puede ser verdaderamente eficiente y distinguirse. Y hay que tener en cuenta que esa creatividad es enemiga de la presión del trabajo y de las largas horas en la oficina".
La gente aprecia cada vez más su propio tiempo, y eso lleva a Vega a recordar que las jóvenes generaciones contraponen el salario al tiempo libre. Los nuevos profesionales prefieren empresas más pequeñas -o propias- a pesar de que pueden ganar menos dinero, porque la retribución y el estatus no les importa tanto.
José Manuel Casado, presidente de 2C, coincide en que "la llamada Generación Net está formada básicamente por investigadores. Son más transparentes y valoran mucho más el entretenimiento en el lugar de trabajo. La gente quiere trabajar y ser feliz, y esa autonomía resulta vital".
Para José Manuel Casado, los departamentos de recursos humanos deben favorecer políticas que refuercen el engagement con mecanismos de productividad. La tecnología permite esquemas más flexibles frente al entorno tradicional del trabajo.
Un ajuste necesario
La cuestión es cómo casa la tendencia de las compañías a exigir una disponibilidad de 24 horas a sus empleados con el hecho de que el tiempo se convierta en moneda común de motivación, recompensa y engagement, más allá del sueldo, el desarrollo de carrera o incluso los ascensos.
José Ignacio Jiménez, socio director general de Talengo, cree que existe una relación entre ambos factores, sobre todo en el caso de aquellos profesionales que tengan un trabajo que implique una demanda de tiempo importante, en entornos competitivos, de gran exigencia profesional y que suponen un desgaste muy fuerte: "Aquí es habitual que haya sabáticos que se planifican en la carrera profesional, y esto se ve como un premio, y genera un corte en la actividad normal que resulta enriquecedor. Gana la persona y a las compañías les sirve para retener ese talento con un incentivo sofisticado".
Ovidio Peñalver, socio director de Isavia, considera que todo esto resulta rentable para la empresa siempre que se trate de algo voluntario.
Sobre la posibilidad de encaje del tiempo como recompensa y la exigencia corporativa de una disponibilidad de 24 horas, Peñalver cree que "esto sólo funciona con gente exigente y flexible que sigue la máxima de 'si me evalúas y pides resultados, yo te pido que me dejes organizar mi tiempo'. Puede darse en organizaciones en las que no existe cultura de presentismo y requiere mucha madurez en la compañía y en sus profesionales".
Jesús Vega añade que en este entorno las empresas deben cambiar de paradigma: "Más tiempo libre implica más compromiso y más creatividad". Vega recuerda el caso de Richard Branson, el emprendedor y multimillonario fundador de Virgin, que enviaba recientemente una carta a los empleados de sus oficinas centrales de Londres invitándoles a cogerse todas las vacaciones que quieran sin tener que pedir permiso. Este es el reconocimiento al hecho de que se puede trabajar desde cualquier sitio y de que es necesario confiar en la profesionalidad del propio equipo.
El experto señala asimismo que la neurociencia demuestra que las áreas del cerebro conectadas con la creatividad son las que tienen que ver con situaciones de no estrés: "No es casualidad que Newton desarrollara la teoría de la gravedad tras caerle una manzana cuando meditaba plácidamente bajo un árbol".
Según Vega, promover sabáticos supone una inversión fantástica que implica dejar a la gente que saque sus pesos muertos del cerebro y que lleva a reconfigurar nuestra vida y a utilizar el tiempo de una forma mucho más creativa que cuando hacemos las cosas bajo presión. Más presión y más trabajo es una fórmula de la Revolución Industrial en la que desgraciadamente siguen ancladas muchas organizaciones".