Conozca algunos estudios de caso que se analizan en las principales escuelas de negocios norteamericanas: Harvard, Wharton y Stanford.
En las escuelas de negocios latinoamericanas siempre se está enseñando -y aprendiendo- sobre Estados Unidos, sobre qué se ha hecho y qué se ha dejado de hacer, los motivos que han llevado a las empresas al éxito y los problemas éticos de algunos altos ejecutivos, que hicieron estallar la gran crisis financiera en 2008.
Pero, ¿qué se enseña sobre América Latina en las B-Schools de Estados Unidos? Para poder contestar a esta pregunta, consultamos a tres de las mejores: Harvard Business School , The Wharton School y Stanford Graduate School of Business, sobre qué estudios de caso analizan en sus campus. A continuación, algunos que compartieron con nosotros.
“Enseñamos sobre países y sobre empresas”, dice Aldo Musacchio, profesor asociado de Harvard Business School. “Sobre países enseñamos lo que pasa si haces las cosas mal, usando casos de crisis del pasado, como México en 1995 y Argentina en 2001. Pero también ejemplos de cambio, tenemos casos de buen gobierno y sobre cómo se hacen las cosas”, asegura.
Musacchio ejemplifica con un caso sobre Chile, de cómo manejar recursos naturales sustentables en el largo plazo (Caso Colbun - Powering Chile y uno sobre Colombia, que muestra cómo un país que antes estaba afectado por la violencia, ha logrado hacer reformas estructurales importantes que le han permitido ahora estar a la vanguardia de los mercados emergentes.
Sobre las empresas, “es muy interesante ver que muchas gigantes emergentes y líderes en el mundo, son latinoamericanas”, dice el académico. Cita como ejemplo a Cemex, que se ve en el curso de estrategia de Harvard. En ese caso se analiza cómo una empresa crece en América Latina, en un país donde están acostumbrados a vivir épocas de inestabilidad macroeconómica, con regulación, impuestos, relaciones difíciles con los gobiernos, riesgos de expropiación, etc. “Se aprenden a manejar todos esos riesgos e incertidumbre”, dice Musacchio.
También señala el caso "Vale: global expansion of the challenging world of mining" sobre la empresa minera Vale, de Brasil, que ahora tiene operaciones en el continente africano. “Porque los desafíos que están en África ya los entendieron en el mercado brasileño”, señala.
“En general aquí se habla muy bien de América Latina. Salvo dos casos de crisis, la mayoría son experiencias muy buenas”, dice el profesor de Harvard.
En Stanford se tienen pocos ejemplos positivos. Salvo uno que analiza las tendencias de la moda y la industria de la confección
latinoamericana en el mercado global. La mayoría tiene una
connotación negativa sobre malas prácticas administrativas.
Uno de ellos es el de “Newmont in Peru”, que describe los eventos asociados al ex jefe de inteligencia de Perú y asesor de Fujimori, Vladimiro Montesinos, y las intervenciones en los asuntos de la estadounidense Newmont Mining Corporation. En febrero de 1998, Lawrence T. Kurlander, vicepresidente de Newmont, se reunió con Montesinos en su oficina del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), para pedirle una resolución favorable a Newmont en una disputa con la compañía francesa Bureau de Recherches et Geologiques Minières (BRGM), sobre la propiedad compartida de la mina de oro Yanacocha, una de las más grandes del mundo.
También en Stanford se ve un estudio sobre emprendimiento social, que analiza el caso del Banco Compartamos, una ONG que surgió en 2001 para entregar microcréditos a la población rural de Oaxaca, en México. Cuando se convirtió a institución con fines de lucro, el Banco Compartamos pasó a
ser uno de los bancos más exitosos de México, con una rentabilidad sobre patrimonio promedio de 40%, siendo criticado por que sus inversionistas terminaron recibiendo más beneficios que los beneficiados.
Para el académico de Gestión de Wharton Mauro Guillén, todavía se tiene una visión algo negativa sobre la región, aunque eso está cambiando con el crecimiento de Brasil.
De todas maneras, Guillén asegura que las características más representativas de las compañías latinoamericanas son “la ejecución, la eficiencia y su valor de marcas”.
En Wharton los casos que más se estudian son sobre el Grupo Bimbo, la empresa familiar de panadería mexicana y el Grupo Arcor, de Argentina. En ambos casos, se trata de empresas de alimentos. Arcor es el primer productor a escala mundial de caramelos, principal exportador de golosinas de Argentina y del Mercosur. Según Mauro Guillén, lo que más llama la atención de estas empresas es “su gran expansión internacional, que se hayan expandido primero hacia América Latina y luego hacia otras regiones”.
Otro caso que se estudia la escuela de Pensilvania es la estatal venezolana PDVSA, sobre el rol social que puede llegar a cumplir una de las más grandes compañías de crudo del mundo, así como un estudio sobre el Grupo Cisneros, una empresa privada de Venezuela, cuyas operaciones están en el rubro de la comunicación, entretenimiento, telecomunicaciones y productos de consumo.