Aunque a primera vista puede parecer algo saludable, el exceso puede ser perjudicial, sobre todo por el aumento de peso.

Esta comida puede parecer aparentemente saludable, debido a su combinación con pescados y mariscos que aportan una gran cantidad de proteínas al organismo. Sin embargo, los especialistas aclaran que la cantidad ingerida y su composición pueden convertirlo en un alimento no tan sano, e incluso advierten que los niños no deberían consumirlo.

Según una encuesta realizada por la app de delivery de comida Pedidos Ya, nuestro país es el n°1 en el consumo de sushi en Latinoamérica. En consecuencia, los expertos responden a la incógnita sobre qué tan saludable es este alimento que tanto comen los chilenos.

8 piezas como máximo
“El sushi no es aconsejable para bajar de peso, pero una persona que está en un peso normal no hay problema que lo consuma. Lo recomendable es máximo 8 piezas, evitando que sea de noche. Pacientes con diabetes o resistencia a la insulina deberán evitarlo”, explica la nutricionista de Clínica Vespucio, Paulina Mella.

Evitar el sushi frito
“Hay que evitar los rolls que son fritos por su cantidad de calorías”, comenta la nutricionista de Clínica Vespucio. La nutrióloga de Clínica Santa María, Dra. Ana Claudia Villarroel, agrega que “hay que preferir aquellos a base de verduras, pescados o palta, sin queso crema ni salsas a base de azúcar. En algunos locales hay unas variantes con menos o nada de arroz”.

No recomendable para embarazadas y niños
“Mujeres embarazadas deben evitar consumirlo con pescado crudo”, afirma la especialista.

En el caso de los niños, la recomendación es no ingerirlo. La nutrióloga infantil de Clínica Santa María, Dra. Paulina Bravo, señala que “los niños no deberían comer sushi porque al tener pescado crudo podría transmitirles bacterias y parásitos”.

Los beneficios del salmón silvestre
Los especialistas aseguran que el salmón silvestre sigue siendo considerado una excelente fuente de ácidos grasos omega 3, beneficiosos para nuestra salud.

Sin embargo, en el último tiempo, el de criadero, que comúnmente comemos en restaurantes, se ha cuestionado por la exposición a tóxicos ambientales y alimentarios durante su tiempo de cría