Para enfrentar los desafíos que ha dejado la coyuntura de los últimos años, las organizaciones deben seguir apuntando a una transformación transversal para asegurar una evolución sostenible.

El punto de inflexión en el trabajo ya tuvo su momento más álgido, pero los cambios no se detienen. Hoy los negocios de todos los rubros y sectores tienen frente a ellos la llegada de una nueva era, que implica perspectivas diferentes en cuanto al talento como eje de la organización, la productividad y las formas de trabajar, que cada vez son más diversas.

El impacto de la crisis mundial sanitaria, económica y social, ha sido un acelerador de gran importancia que invita al ámbito empresarial a revaluar todos sus procesos, de cara a escenarios cada vez más cambiantes. Es así como diversos estudios desarrollados por ManpowerGroup, describen las principales directrices que configuran la fuerza laboral del futuro, como lo son "los cambios demográficos, el aumento de la elección individual, la creciente sofisticación del cliente, la revolución tecnológica y las tendencias emergentes", destaca uno de los más recientes reportes.

Para hacerse cargo de este desafío, las organizaciones deben seguir apuntando a transformar la fuerza de trabajo para asegurarse que tienen las habilidades y competencias necesarias para retener y reacondicionarse para un futuro incierto, advierte el estudio.

Para ello, la investigación plantea tres puntos para prepararse: mayor flexibilidad, fortalecer la sostenibilidad del talento y el bienestar de los trabajadores e impulsar las transformaciones digitales.

Jorge Gamero, gerente general de ManpowerGroup Chile, considera que, a pesar de que la tecnología ha marcado el camino para muchos cambios que vemos día a día, hoy el verdadero desafío va mucho más allá. "Estamos frente a la transformación de los modelos de negocios basados en el talento y las nuevas formas de trabajo", por lo que es crucial entender que lo verdaderamente relevante para las empresas, está relacionado con los niveles de productividad y el bienestar de las personas como eje central, "lo cual tiene un impacto directo en la estrategia operacional de los negocios", explica.

El bienestar de los colaboradores en la organización es un punto crucial y que no hay que descuidar nunca, ya que ellos son la base de toda organización. En ese sentido, el ejecutivo plantea que se debe implementar el cuidado como parte del foco estratégico de las empresas.

"Las organizaciones, junto a los colaboradores, comparten la misma preocupación por la salud, la seguridad en el empleo y el desarrollo de habilidades, así como la necesidad de lograr la mejor combinación y el equilibrio de las responsabilidades en el trabajo y en el hogar", explica Gamero.

Para el ejecutivo, un talento diverso -es decir, la mezcla de disciplina, géneros, edades y experiencias- también es fundamental en medio de esta etapa de transformación, pues contar con equipos diversificados es un motor de fuerza para el desarrollo de las organizaciones y aporta cultura, valor, seguridad y nuevas perspectivas al ámbito laboral.

Lo anterior, "nos invita a implementar la diversidad de forma sostenible, transformando las iniciativas en políticas, procesos y conversaciones genuinas, que permitan despejar sesgos y abrir oportunidades de espacios inclusivos diversos", señala el ejecutivo.

Para avanzar en esta temática, Gamero resalta que es un deber de toda compañía, bajo sus códigos de ética, generar espacios donde el talento diverso se refleje a lo largo de todo el ciclo del capital humano, es decir, desde los procesos de reclutamiento y selección, hasta el desarrollo de carrera.

"A su vez, este tipo de acciones genera mejores resultados económicos a la empresa, porque al haber mayor diversidad en nuestra fuerza laboral, también accedemos a mayor diversidad en nuestros stakeholders", concluye.

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