Uno de los nombres sugeridos es el de Stella McCartney, responsable del traje color crema que usó la novia de George Clooney.

La boda real entre la actriz estadounidense Meghan Markle y el príncipe Enrique de Inglaterra en menos de dos meses implica un único interrogante clave para el mundo de la moda: ¿quién diseñará el vestido de la novia?

Los periódicos británicos han estado plagados de rumores de que ella ya eligió el vestido e incluso asistió a la primera prueba, pero los representantes de la realeza mantienen esos detalles guardados bajo siete llaves.

“No hemos emitido un comunicado ni hemos comentado sobre el vestido de novia”, dijo una portavoz de la oficina de Enrique, en medio de la especulación desatada desde que Enrique, quinto en la línea de sucesión al trono, y Markle, anunciaron su compromiso en noviembre.

“Creo que definitivamente usará un diseñador del Reino Unido”, dijo a Reuters Bojana Sentaler, fundadora y directora creativa de la marca canadiense Sentaler. “No estoy segura de cuál, pero creo será un diseñador del Reino Unido”.

Uno de los nombres sugeridos es el de Stella McCartney, diseñadora del traje color crema que usó la abogada británica de Derechos Humanos Amal Clooney en su casamiento por civil con el actor estadounidense George Clooney, así como del abrigo que Markle llevó a una visita a Cardiff a principio de año.

“Es un honor hermoso y un privilegio hacer el vestido de novia de cualquier persona”, dijo a Reuters McCartney al ser consultada si le gustaría vestir a Markle para la boda real. “Siempre me ha encantado trabajar en vestidos de novia (...) Tienes que mirar realmente a la mujer y el día”, agregó la diseñadora, que comparte el estilo ético y la postura libre de crueldad hacia los animales de Markle.

La marca británico-australiana Ralph & Russo es otra que se ha mencionado como posible contendiente para el trabajo, después de que Markle eligió un vestido hecho por el dúo para las fotos de su compromiso oficial con Enrique.

Para las marcas de moda, vestir a un miembro de la familia real británica puede llevar a un aumento en las ventas. Catalina, esposa del príncipe Guillermo, se ha convertido en un ícono de la moda desde que se casó con el hermano mayor de Enrique en 2011.