Gracias a los relatos de un compañero que trabajó junto al aventurero en el siglo XIX es que sus historias se mantuvieron en la memoria. Un académico le dio valor científico en los años 20.
Mucho se promueve que la exitosa película dirigida por el mexicano Alejandro González Iñárritu y protagonizado por un intenso Leonardo Di Caprio está basada en hechos reales, como un elemento que le da más interés a la trama.
Lo cierto es que el filme cuenta la historia del explorador Hugh Glass, quien logra sobrevivir a un ataque de un oso en plena zona ocupada por indios durante el siglo XIX en Estados Unidos. Al sentirse abandonado por sus compañeros de labor, uno de los impulsos que lo ayuda a pasar por los más variados tormentos es su deseo de venganza.
Glass formaba parte de las expediciones que guiaban a colonos y comerciantes estadounidenses de pieles por las zonas indias del antiguo oeste. En una de esas labores, es atacado por una osa grizzly, quedando agonizante.
El jefe de la expedición da la orden a dos miembros del grupo para que se queden cuidando a Glass y esperen un tiempo prudente por si logra recuperarse. Sin embargo, lo abandonan pronto, convencidos de que no logrará recuperarse. E incluso, se llevan sus pertenencias y caban su tumba, pero no logran darle uso porque antes son atacados por los indios de la zona y huyen.
Dadas las circunstancias, los dos compañeros de Glass dan cuenta de su muerte. Sin embargo, el personaje encarnado por DiCaprio logra recuperarse, sanando esforzadamente sus heridas, superando un brutal invierno y evitando enfrentamientos con las tribus de indios que pueblan la zona.
¿Cómo se sabe la historia de este personaje? Una de las fuentes principales es el conjunto de memorias de George C. Yount, un hombre de dedicado al comercio de la piel de varios animales que, en 1825 viajó por las Montañas Rocosas como acompañante de Glass.
A mediados del siglo XIX relata sus memorias a un sacerdote católico, quien hace algunas anotaciones pues le suenan interesantes para hacer un libro de aventuras. Sin embargo, no fue hasta 1923 que el paleontólogo e historiador Charles Lewis Camp descubre esos relatos, lo ordena y los edita en la publicación especializada California Historical Society Quarterly.
La vida de Glass estaría llena de aventuras, entre ellas haber sido pirata, lo que -según los relatos- nunca le habría gustado, pero "había que sobrevivir". Cuando pudo, se escapó del grupo al que pertenecía y llegó a las llanuras centrales de Estados Unidos, donde estableció nexos con los aborígenes Skiri, conocidos como "Lobos Pawnee".
Glass llegó ahí junto a un amigo, quien fue víctima de la práctica constante de los Skiri: los sacrificios humanos en honor de la naturaleza. El personaje encarnado por Di Caprio en "El renacido" establece una relación cercana como en el jefe de la tribu gracias al bermellón, colorido artículo profundamente preciado por la tribu.
No sólo le perdonaron la vida, sino que lo adoptaron en la comunidad, viviendo ahí muchos años antes de transformarse en guía del comercio de pieles por la zona. Hasta tuvo familia con los aborígenes.
Allí adquirió importantes conocimientos para su sobrevivencia, ya que conoció el valor nutritivo de diferentes plantas e insectos, supo cuáles eran comestibles y cuáles no, cultivó la tierra y defendió a su tribu en muchos enfrentamientos.
Luego pasó al mundo de la civilización, pero mantuvo una línea de respeto con los indios que se refleja en el filme. Para muchos, aún su figura sigue siendo parte de un mito, con el que se quiere fomentar el espíritu luchador de Estados Unidos, capaz de enfrentar las más variadas dificultades, además de fomentar el orgullo propio ante todo.
Una placa de bronce cerca del sitio donde se enfrentó al oso, en la costa sur del Shadehill Reservoir, Dakota del Sur, recuerda la aventura de Glass.
Para muchos, sin embargo, su figura sigue siendo parte de un mito, con el que se buscaría fomentar el espíritu luchador de Estados Unidos, capaz de enfrentar las más variadas dificultades, además de fomentar el orgullo propio ante todo.
La película "Man in the Wilderness" (1971) es el único antecedente audiovisual de ficción que tiene "El renacido". El filme setentero es protagonizado por Richard Harris y John Huston.
