Los responsables de la serie más esperada del segundo semestre de año son gemelos estadounidenses quienes, desde pequeños, preferían hacer películas que salir a viajes en vacaciones de verano.
Los hermanos Matt y Ross Duffer, los cerebros detrás de una de las series de televisión más populares de los últimos años, Stranger Things, nacieron en 1984 el mismo día, pero no están seguros de si son mellizos o gemelos. Sus padres nunca les practicaron la prueba médica para determinar si tienen el mismo ADN o si en realidad comparten solo el 50% de su ADN, como cualquier hermano. Desde pequeños, hasta hoy, sus similitudes son evidentes y por eso, prefieren no saber en realidad los detalles de su genética. “Descubrir que no somos idénticos realmente podría arruinarnos psicológicamente”, comentó Matt Duffer en una entrevista el portal Vulture. ("Stranger Things 2" será más oscura y aterradora)
Además de compartir características físicas evidentes, los hermanos Duffer comparten, desde pequeños, los mismos hobbies, gustos y pasiones. En su ciudad natal, Durham (Carolina del Norte), los hoy exitosos directores y escritores, comenzaron su carrera en el mundo del séptimo arte. Su primera producción, casera, la desarrollaron cuando estudiaban sus clases de cuarto de primaria y con la ayuda de la cámara de video de sus padres. En la misma entrevista a Vulture, los hermanos recordaron épocas de su infancia en las que rechazaron cientos de invitaciones a campos de verano o de encuentros con sus amigos, para quedarse en su casa y seguir escribiendo historias y haciendo películas. (Lo que se espera de la segunda temporada de Stranger Things).
Al terminar el bachillerato, Matt y Ross Duffer se radicaron en California para formarse en el mundo del cine y la televisión. En 2007 consiguieron su título en la Universidad de Chapman y cuatro años más tarde, después de escribir y dirigir varios cortometrajes, los hermanos consiguieron su primer éxito: la película de terror Escondido. En 2011, Warner Bros. Picture les compró los derechos del producto y en 2015, el largometraje llegó a las salas de cine. Después del éxito que les trajo la producción de su primera película, FOX los contrató y fue allí en donde trabajaron como escritores y productores de la serie de televisión, Wayward Pines. (También le puede interesar: Netflix buscará US$1.600 millones para más producción de contenido).
Desde que comenzaron sus primeras producciones caseras, los hermanos Duffer tuvieron referentes claros que, hasta hoy, siguen siendo parte fundamental de su trabajo. “Fuimos niños bastante comunes y corrientes que crecíamos en los suburbios de Carolina del Norte y cuando vimos películas y leímos libros de Steven Spielberg, John Carpenter y Stephen King sentimos que nuestras vidas que eran bastante normales tenían el potencial de tener aventura. Nos imaginábamos que un día encontraríamos un mapa del tesoro en el ático, o que tal vez uno de nosotros desaparecería en la pantalla del televisor, o que había un payaso en la alcantarilla que se veía en la calle”, comentaron los hermanos en un ensayo que escribieron el año pasado para Entertainment Weekly.
Lo que vivieron Matt y Ross Duffer en su infancia, cuentan los hermanos, fue una sensación tan poderosa e inspiradora que nunca abandonaron la idea de hacerla perpetua. “No había nada mejor. Queríamos capturar ese sentimiento nuevamente con Stranger Things”, agregaron. Y para los mejores críticos de televisión, como James Poniewozik quien escribe su reseña para The New York Times, la segunda entrega del mejor éxito de los Duffer es una muestra, precisamente, de la vida de los años 80 “con una mezcolanza de ciencia ficción spielberguiana mezclada con motivos del horror ochentero”.