Se buscan personas que acoplen las habilidades soft (talento y comportamientos que ayudan a desenvolvernos dentro de las organizaciones y en la vida personal) a la nueva forma de hacer tecnología para tener mayor eficiencia en el trabajo.
Las empresas están en constantes cambios tanto sociales como tecnológicos, por lo que al elegir colaboradores, buscan a aquellos que sean capaces de adaptarse y mejorar cada proceso que se les presente.
Por ello, Gladiomar Hernández Sánchez, consultora business coach, y Paloma González Robles, miembro de la Association for Iron & Steel Technology, señalan que es necesario que todo trabajador que desee crecer y alcanzar el éxito se transforme en una persona hábil, ágil y decisiva, y sobre todo en un worker 4.0, es decir, una persona que acopla las habilidades soft (talento y comportamientos que ayudan a desenvolvernos dentro de las organizaciones y en la vida personal) a la nueva forma de hacer tecnología para tener mayor eficiencia en el trabajo.
“La tecnología apagó muchas habilidades como pensamiento crítico, socialización, trabajo en equipo. El worker 4.0 las reactiva y adapta a la tecnología de la actualidad”, explicó Gladiomar Hernández.
Por su parte, Paloma González señaló que al tener una revolución industrial, se aprendieron habilidades tecnológicas, pero ahora hay que conjuntarlas con las soft porque las máquinas ya son autosustentables y autónomas, ya no requieren de un humano que las monitoree todo el tiempo. Retomar estas aptitudes permitirá tener un mejor crecimiento en general.
Añade que cuando las empresas implementan esta reactivación y los empleados la adoptan correctamente, se puede crecer hasta 70% en productividad. Además, la expansión es más rápida.
Lo más importante
Hay muchas habilidades requeridas para todo trabajo, pero las que más se deben detonar y que ayudarán a tener una mejor relación con la tecnología son cinco.
La primera es la administración de personal, que consiste en saber cómo se contratará y conocer a cada colaborador, no sólo por nombre, sino sobre el perfil que tienen, cuáles son sus habilidades, qué proyectos se asignarán a cada persona y qué necesitan para crecer más.
La contratación puede hacerse de forma virtual, lo que eficiente el proceso y beneficia a los candidatos, al evitar trasladarse hasta la empresa para la entrevista.
El segundo aspecto es la creatividad, que debe aplicarse en todos los procesos de la empresa, sobre todo en los procesos de comunicación, donde lo mejor es utilizar entornos virtuales que faciliten los procesos y la cercanía. Lo más importante es que la interacción debe ser clara, trasparente y respetuosa.
“Los canales de comunicación son los más importantes para saber qué se requiere para seguir avanzando exponencialmente en el trabajo”, dijo González.
En tercer término está la coordinación de equipos, cuyo objetivo es poder hablar con cualquier persona sin importar el lugar en que esté, a través de videoconferencias u otros sistemas interactivos de comunicación para planear proyectos de la misma forma si se estuviera cara a cara.
La inteligencia emocional ocupa la cuarta posición, la cual consiste en trabajar en equipo, lo que no significa ser amigo de todos, sino saber cómo crear una convivencia sana y productiva.
“Ser inteligente emocionalmente es saber qué puedo sumar al equipo y qué pueden sumar los demás para obtener mejores resultados”, destacó Hernández
Por último, la negociación es vital ya que, si no se sabe hacer, el fracaso es inminente. Un worker 4.0 debe saber cuál es su valor agregado, cómo puede aportar al proyecto y qué se requiere para tener un mejor resultado con la otra persona.
El principal reto
Aunque pueda parecer un proceso sencillo, las especialistas consideran que aún hay un fuerte impedimento para lograrlo, siendo la principal razón el desconocimiento de las habilidades.
“Lo más importante es evangelizar a las empresas para que potencien a su gente a través de cursos, a revivir las habilidades y que son necesarias para combinarlas con la tecnología”, indicaron.