En el tercer foro del programa Xcala se analizaron las redes, la inversión, los tipos de emprendimientos y el perfil de los inversores ángeles.
ElObservador. Esta semana está teniendo lugar en Medellín, el tercer Foro Xcala. Este evento de dos días y medio de duración, se ha vuelto una tradición en la región, donde una vez al año los principales actores del ecosistema de inversión ángel de toda América Latina y el Caribe tienen una instancia de diálogo sobre las tendencias de emprendimiento e inversión en este tipo de negocios.
Xcala es un programa llevado adelante por el IEEM, la escuela de negocios de la Universidad de Montevideo y el BID/Fomin para mejorar las condiciones de acceso a financiamiento de los emprendedores en toda América Latina. Se lleva adelante desde 2014; va en su tercer año de ejecución, en el que se desarrollan redes o grupos de inversores ángeles para potenciar y promover la inversión en emprendimientos. Como parte de ese desarrollo, el programa brinda no sólo apoyo financiero para las etapas iniciales de estos grupos de inversores, sino también capacitación, productos de conocimiento, apoyo operativo.
Como parte de Xcala y con el apoyo de la CAF, adicionalmente se realizan todos los años el Monitor de Actividad Ángel que busca hacer un seguimiento de manera rigurosa y metodológica de la actividad en la región. Esta investigación que se realiza a través de formularios, contempló este año la actividad de las 45 redes de inversión ángel identificadas.
La inversión ángel viene creciendo en América Latina y el Caribe y llegó para quedarse. Los propios grupos de inversión estiman que en el 2017 crecerán 30% en cantidad de inversores y 50% en 2018. En gran medida basado en recomendación de los actuales inversores que dada su buena experiencia atraerán a sus pares.
De todas formas los inversores ven dificultades para seguir creciendo que deberían ser atendidos: la falta de calidad de los proyectos y de preparación de los emprendedores para llevar adelante el negocio que proponen.
Inversión con impacto
En 2016, en América Latina y el Caribe se realizaron 125 operaciones de inversión a través de las redes de inversión ángel por un monto total de US$ 17.639.418. Eso da un monto promedio de inversión de US$ 141.115 por emprendimiento.
Esas cifras muestran un crecimiento exponencial y reflejan que la inversión ángel se está consolidando como una de las vías de financiamiento de los emprendimientos en etapas tempranas, pero además que se está canalizando a través de esos grupos de inversores. El promedio de inversión sigue dentro de los rangos históricos, pero lo que aumenta significativamente año a año es la cantidad de emprendimientos financiados.
Las inversiones tienen un promedio de retorno sobre la inversión esperada a cinco años de 32% y en total una proyección de creación de 2.375 puestos de trabajo en el mismo período.
Pero lo más destacable de este año es que de esas 125 operaciones, 30% fueron con impacto social. Es decir, que como parte de su modelo de negocios y de sus objetivos estratégicos, la actividad genera un impacto social positivo. Lideran la lista aquellos enfocados en mejorar la calidad de vida de las personas; seguido por los que impactan positivamente en el medioambiente; y en tercer lugar las enfocadas en educación.
Las redes
Son múltiples las ventajas identificadas para que los inversores decidan trabajar en grupos o en red: oportunidades de co-inversión, aprendizajes compartidos, instancias de capacitación, intercambio de experiencias, mejora del flujo de proyectos recibidos.
En EEUU y Europa esta tendencia de trabajar en grupo o en red comenzó hace más de dos décadas, estando en la actualidad en una etapa madura.
En América Latina y el Caribe el empuje se está dando a través del programa Xcala, logrando desarrollar estas estructuras que se han multiplicado en los últimos años en nuestros países. Es así como en 2012 se podían indentificar una veintena de redes de inversión, de las cuales la mitad estaban activas y hoy hay 45 redes de las cuales el 76% tuvo cierres de inversión, frente a 66% en 2015 y 65% en 2014.
Eso refleja una consolidación del sistema de inversión y de la operativa de las redes. Lo podemos ver también en el hecho de que cada vez más estos grupos de inversión tienen un profesional a cargo contratado para la gestión y el presupuesto anual de su operativa es mayor, lo que significa que la actividad ángel a través de las redes se está profesionalizando, se le están dedicando recursos. Eso se ve en los resultados: hay más emprendimientos que se están acercando a las redes, y hay más inversiones que se están concretando.
La operativa de las redes en nuestros países se financia mayormente a través de aportes o cuotas de los inversores socios, seguido por ingresos por otras actividades o apoyos públicos. La mayoría de las actividades prestadas por las redes de inversión, en especial aquellas orientadas a los emprendedores, son gratuitas.
Los emprendimientos
De los emprendimientos recibidos en las redes de inversión, el 21% fueron pre-seleccionados para ser presentados y sólo 8% fue invertido efectivamente. La principal razón por la que se descartaron fue por carecer de elaboración, seguido por la falta de potencial de crecimiento o porque el estadío era demasiado incipiente para el tramo de inversión ángel. En este sentido, las redes de inversión y el resto del ecosistema tienen todavía un buen desafío por delante en acompañar a los emprendedores para lograr la madurez de sus emprendimientos para que sean invertibles.
El conocido investment readiness es un trabajo previo por el que tienen que pasar los emprendedores para no solo tener una buena idea de negocios, sino que además sea atractiva para un inversor y esté en condiciones para recibir capital.
La industria que recibió más inversión ángel fue la de las TIC por tercer año consecutivo, aunque este año bajó levemente en beneficio de la alta tecnología. Habrá que ver cómo se sigue comportando esta tendencia en los próximos años para ver si hay un cambio de percepción de oportunidades en los inversores en sector menos tradicionales.
Los ángeles de guarda
Sobre los inversores ángeles, podemos decir que, a diferencia de lo que pasa en Europa o Estados Unidos donde éstos generalmente son emprendedores ya consagrados o que ya vendieron sus negocios que deciden invertir en nuevos emprendimientos, en América Latina la gran mayoría y en una altísima proporción son empresarios activos.
Ese es un punto muy interesante porque significa que son empresarios que deciden diversificar su riesgo, o apostar a nuevos negocios como parte de la actividad que ya tienen. Muestra un perfil muy interesante del empresario latinoamericano con visión emprendedora.