Conozca las similitudes y diferencias que tienen las instituciones educativas de América Latina, EE.UU. y Europa, al momento de elegir a su máxima autoridad.
Los maestros de negocios recomiendan buscar en cualquier parte del mundo al mejor talento posible para cumplir con sus objetivos. No obstante, las escuelas de MBA en América Latina no parecen seguir esa lección al momento de elegir a quien dirige sus rumbos: sus decanos. El principal responsable de las instituciones dedicadas a formar a quienes toman las altas decisiones de las empresas de la región viene en su gran mayoría de procesos de selección que promueven a los académicos de la misma escuela y del mismo país.
No en todos lados ocurre lo mismo. En Estados Unidos y Europa hay una tendencia cada vez más clara a escoger los decanos en un proceso competitivo que se asemeja al de las empresas privadas. No se utilizan headhunters, pero muchas escuelas ya “levantan” a directivos exitosos de su competencia.
Un ejemplo es el de Sally Blount, quien en pocas semanas más asumirá la dirección de la Kellogg School of Management, de la Northwestern University. Kellogg la “levantó” directamente desde la escuela de negocios Stern de la Universidad de Nueva York.
En América Latina el enfoque es distinto. Al revisar los antecedentes de los decanos de algunas de las escuelas de negocios latinoamericanas que encabezan el ranking de AméricaEconomía, queda claro que en la región aún se privilegia el camino académico tradicional de escoger entre los miembros de su propia facultad a quien dirigirá sus escuelas de negocios. En la mayoría de los casos, el Consejo Directivo es la autoridad suprema de cada institución y es en esta instancia donde se elige al decano.
Aunque los latinoamericanos priorizan a candidatos de sus propias filas, el mecanismo de selección no siempre es el mismo. Antonio Montes, director general de Sumaq (una alianza de escuelas de negocios líderes en América Latina y Europa), afirma que los procesos varían dependiendo de cada organización. “En algunos casos se trata de una decisión que se adopta como consecuencia de una votación, en la que los candidatos son elegidos por los propios profesores, mientras que en otros casos, y al tratarse de puestos de mucha confianza, pueden ser los propios presidentes (de la universidad) quienes junto a los órganos de gobierno de las escuelas deciden quién debe ocupar ese puesto”.
Montes destaca el hecho que los decanos latinoamericanos suelen tener una larga experiencia dentro de las mismas escuelas, lo que les permite ser buenos conocedores de la historia y valores de éstas. En el caso de Incae Business School, el antiguo decano era el ecuatoriano Arturo Condo, cargo que asumió luego de ser profesor y decano asociado. Hoy es el rector de la universidad, en una carrera de ascenso linear similar a la que muchos ejecutivos realizan en sus empresas, aunque es uno de los pocos extranjeros que ha liderado una escuela latinoamericana.
Marlene de Estrella, directora de Relaciones Internacionales de Incae, afirma que la institución no se cierra a la posibilidad de buscar candidatos externos. “El proceso de selección es extenso, y normalmente también incluye la búsqueda internacional de candidatos además de la evaluación interna”, dice.
En la elección de los decanos de las escuelas estadounidenses, la tradición académica dentro de la propia escuela no es un factor primordial. Un consejo conformado por la junta directiva de la escuela pone sobre la mesa los nombres de los decanos con mejor ejercicio en todo el país. En ese país no es raro ver cómo un decano pasa de administrar una escuela a encabezar otra o importarlos de otros países, como sucede con la australiana Judy Olian en Anderson School of Management de UCLA o el español Ángel Cabrer, quien preside The Garvin School of International Management, en Thunderbird.
David Schmittlein, decano de la Sloan School of Management, del Massachusetts Institute of Technology (MIT), explica que las escuelas buscan potenciar sus fortalezas y para ello analizan el perfil que mejor se adapte a sus necesidades, independientemente de donde provenga el profesional. “En mi caso, un comité del Instituto se reunió y decidió que yo encajaba con el perfil que buscaban”, dice. Desde 2007 es decano de Sloan. Con anterioridad era decano adjunto de la escuela de negocios de Wharton. Otras dos destacadas escuelas estadounidenses, la de Harvard y la de Universidad de Chicago, han estado recientemente en la búsqueda de nuevos decanos para sus scuelas de negocios. En el caso de Harvard, el elegido fue un hombre de sus filas: el indio Nitin Nohria , quien asumirá oficialmente el 1 de julio.
Lo que sí une a América Latina y EE.UU. a la hora de escoger sus decanos es que éstos tengan una amplia trayectoria académica. Si bien muchos han ejercido durante su carrera profesional en empresas y organizaciones internacionales, lo primordial es su experiencia universitaria, tanto en enseñanza como en investigación y publicación.